BALANCE

Los muertos en accidentes de tráfico vuelven a aumentar, un 55% en 2016

Las carreteras ourensanas se cobraron la vida de 14 personas y otras 500 quedaron heridas, 80 de ellas con hospitalización

La siniestralidad vial tuvo un mal comienzo de año, con una víctima mortal en Bande a las siete y media de la tarde del día 1 y un herido muy grave en la ciudad en la mañana de ayer. El balance final de 2016 tampoco fue favorable: los 14 fallecidos en accidentes de circulación en vías urbanas e interurbanas supusieron un aumento del 55% con respecto a 2015, además de los 80 heridos graves, es decir, requirieron hospitalización, y 420 leves. De esta forma, por primera vez en ocho años se rompe la tendencia a la baja, ya que desde 2008, cuando se contabilizaron 37, el número de víctimas había descendido un año tras otro.

Cuatro de las víctimas de 2016, con edades entre los 74 y los 82 años, perecieron en otros tantos atropellos. Dos de las víctimas irrumpieron de forma indebida en la calzada, mientras que en los otros dos casos las causas del accidente fueron atribuida a los conductores. En el último, en A Valenzá (Barbadás), dio positivo en cannabis y las pruebas de laboratorio hallaron rastros de cocaína.

Entre los fallecidos, cuatro no llegaban a los 30 años (tres conductores y una pasajera). Según los atestados de Tráfico, la velocidad inadecuada aparece como el principal factor desencadenante de siniestros automovilísticos en ese segmento de edad. Pero es la conducción distraída o desatenta la causa que más se repite en todo el balance anual (también hay un caso referido a una maniobra antirreglamentaria y tres con presencia de alcohol y drogas) . De hecho, siete de los 13 accidentes mortales de 2016 tuvieron como factor concurrente una distracción al volante.

El incremento de las fallecidos en los viales de la provincia ya está en el foco de algunas asociaciones dedicadas a la prevención y de víctimas. El portavoz de Stop Accidente en Ourense, Benito Bouzada, considera que "no existe la alarma social necesaria para que desde los diferentes estamentos se adopten o se mejoren las medidas existentes en la actualidad". Este colectivo apuesta por "inculcar desde edades tempranas los principios de los valores cívicos de la educación vial con actividades trasversales en todas las etapas escolares".

Su voz coincide con la de otras asociaciones como la Fundación Ado-Moure Pro Deporte a la hora de reivindicar el endurecimiento de las penas en delitos de tráfico referidos a conductas imprudentes. Su presidente, Carlos Moure, quien vela por los intereses de los ciclistas, es especialmente crítico con la reforma del Código Penal de 2015 que suprimió las faltas, en tanto que ahora los damnificados en imprudencias consideradas como leves deben acudir a la vía civil para ver resarcidos los daños personales y materiales. A juicio de Moure, "las víctimas quedan desamparadas".

El incremento de muertos también preocupa a la Plataforma por la Seguridad en la N-525. Para su presidenta, Lara López, "un solo muerto en carretera ya debería ser motivo de preocupación para la sociedad y la Administración". A su entender, las mejoras emprendidas en el tramo entre Ourense y Cambeo (Coles), en la N-525, con la dotación de un asfalto poroso que mejora el agarre y la instalación de un radar de tramo, no son suficientes. El pintado de una línea continua en el cruce de Ribela obliga ahora a los vecinos a tener que desplazarse al cruce de Gustei.

López no olvida la peligrosidad de la N-120. Un reciente informe del Real Automóvil Club de España (Race) sobre carreteras peligrosas sitúa en el segundo lugar del país el recorrido de la N-120 entre Lugo y Ourense, los 15 kilómetros que van desde el enlace de Ferreira de Pantón a Penalba (Nogueira de Ramuín).

Fuentes de Tráfico, pese a que reconocen que la subida de la siniestralidad mortal siempre es preocupante, recuerdan que 2016 fue el segundo mejor año desde que hay datos y que el balance final no representa un cambio de tendencia. Lejos, añaden, quedan los más de 50 fallecidos de hace 14 años (62 en 2002).

Valoran que los últimos 12 meses se cerraron sin puntos negros (tramos de hasta 100 metros con al menos tres accidentes con muertos o heridos), la primera vez durante dos años consecutivos en la provincia de Ourense, destacando el buen funcionamiento del radar de tramo. "No hubo ningún accidente grave en 2016 entre Coles y la ciudad, sólo consta un herido leve en una colisión lateral con la tajea tras salirse de la vía el 18 de noviembre", aseguran.

Te puede interesar