Un vecino de Carballiño, José Antonio I.G., de 33 años, agredió presuntamente ayer a su compañera sentimental (29 años) en el atrio de la iglesia de la localidad de Igrexario (Alvarellos), en Boborás.
La víctima, con domicilio también en Carballiño, acudió con su hijo de corta edad (poco más de un año) a misa. La acompañaban su madre y una hermana, que estaban en el interior de la iglesia y cuando salieron, alarmados por los gritos de auxilio, la encontraron herida y tendida en el suelo.
La presunta agresión se produjo a las 13.45 horas cuando el párroco estaba consagrando. "La mujer es natural del pueblo, tiene aquí una casa y se desplazó a misa desde Carballiño, junto con su madre y hermana, porque hace poco poco más de un mes que falleció su padre, que está enterrado en el cementerio de Igrexario", afirmó un testigo. El presunto agresor la esperó en el exterior del templo y agredió a su ex compañera aprovechando un momento en que ésta salió para que su hijo dejara de llorar. Varios fieles salieron en su auxilio, pero el presunto agresor echó a correr por las calles del pueblo. Los vecinos se lanzaron en su persecución, pero José Antonio I.G. se refugió en el monte.
Al lugar acudió una ambulancia del 061 y el personal sanitario, tras una primera observación, la trasladó a un centro médico.
Los vecinos alertaron a la Guardia Civil, que durante la mañana de ayer rastreó sin éxito los montes de la zona, al tiempo que establecían un dispositivo de vigilancia en torno a su domicilio en Carballiño.
Los agentes no habían logrado a las seis de la tarde detener al presunto agresor pero, según fuentes del instituto armado, lo tenían localizado en un monte de San Amaro.
La presunta agresión se produjo a las 13.45 horas cuando el párroco estaba consagrando. "La mujer es natural del pueblo, tiene aquí una casa y se desplazó a misa desde Carballiño, junto con su madre y hermana, porque hace poco poco más de un mes que falleció su padre, que está enterrado en el cementerio de Igrexario", afirmó un testigo. El presunto agresor la esperó en el exterior del templo y agredió a su ex compañera aprovechando un momento en que ésta salió para que su hijo dejara de llorar. Varios fieles salieron en su auxilio, pero el presunto agresor echó a correr por las calles del pueblo. Los vecinos se lanzaron en su persecución, pero José Antonio I.G. se refugió en el monte.
Al lugar acudió una ambulancia del 061 y el personal sanitario, tras una primera observación, la trasladó a un centro médico.
Los vecinos alertaron a la Guardia Civil, que durante la mañana de ayer rastreó sin éxito los montes de la zona, al tiempo que establecían un dispositivo de vigilancia en torno a su domicilio en Carballiño.
Los agentes no habían logrado a las seis de la tarde detener al presunto agresor pero, según fuentes del instituto armado, lo tenían localizado en un monte de San Amaro.
