VIOLENCIA DE GéNERO

Una mujer “vivió aterrorizada" durante los 56 años que su marido la insultó y agredió

La jueza del Penal 1 considera totalmente creíble el calvario que sufrió una vecina de Ribadavia durante lo 56 años

La jueza del Penal 1 considera totalmente creíble el calvario que sufrió una vecina de Ribadavia durante lo 56 años (672 meses y más de 20.000 días) en los que convivió con su esposo. Según recoge la sentencia, "vivía aterrorizada" porque "la trató muy mal siempre". Hasta que en la comida del 12 de enero de 2015, tras unas Navidades agitadas, llegó el punto de inflexión tras ser asistida en el centro de salud por contusión en un hombro. Su hijo, alertado a su vez por su propia hija, la nieta de la victima que escuchó los gritos, fue testigo. Aunque no era la primera vez que el vástago contemplaba los insultos y amenazas de su padre hacia su progenitora. Fue testigo hasta que vivió en la casa familiar hasta los 19 años, pero también cuando se fue a una vivienda enfrente. De hecho, relató que iba a su casa para que su esposa le tapara con maquillaje los morados . Y nunca denunció porque su madre sentía vergüenza.

La jueza condena por maltrato habitual a Manuel Rodríguez López y por un delito de lesiones a un año y 10 meses de prisión, además de cuatro años y dos días de prohibición de aproximarse a su mujer así como a comunicar con ella. El penado deberá indemnizarla con 250 euros por los días de incapacidad y 3.000 en concepto de daños morales.

La sentencia hace valer que las declaraciones de la perjudicada fueron "persistentes, firmes y rotundas" tanto en sede policial como en el juzgado de instrucción, en donde dijo que su marido le pegaba e insultaba todos los días, y el día del juicio, cuando precisó como tenía que escuchar insultos: "Porca, asesina, non vales para nada, pelexo, filla de puta". Relató episodios como cuando no le dejaba usar la leña para calentarse o le cortó la luz y el teléfono en el momento en que tuvo que dejar la casa por orden judicial.

La jueza valora que existen corroboraciones periféricas (declaraciones de testigos) que "otorgan verosimilitud a lo declarado por la perjudicada".

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