Los estacionamientos irregulares en zonas de carga y descarga copan más del 40% de las 173 multas que se han puesto
El primer mes del Automóvil de Vigilancia Intensiva (AVI) acechando las malas costumbres de aparcamiento de los conductores que circulan las calles del Concello de Ourense se ha saldado, según datos de la Policía Local, con un total de 173 denuncias tramitadas, lo que supone una media de casi seis al día desde que comenzó a funcionar el 17 de octubre, una vez que superó su período de pruebas. La cuantía de las sanciones por aparcar de manera incorrecta es de 200 euros, que se reduce a la mitad en caso de pagar en un plazo inferior de 20 días desde la notificación que efectúa el cuerpo policial.
Entre los motivos por los que se han abierto los expedientes sancionadores -todavía en tramitación, ya que su entrega a los infractores se suele dilatar en torno a un mes, según confirman fuentes municipales-, destaca el de estacionar el vehículo en una zona habilitada para carga y descarga en los horarios en los que solo pueden hacerlo los profesionales con permiso, durante un tiempo limitado. Más de 70 multas, un 42% del total, responden a esta infracción. En 2015, la Policía tramitó 2.232 denuncias por esto.
El presidente del Centro Comercial Ourense Centro, Luis Rivera, y su homólogo de Couto Centro, Julio Prol, confirman que esta problemática la vienen soportando los comerciantes desde siempre, achacándola a un "problema de civismo" que se podría solucionar con más concienciación, aunque ven bien el control que se ha implantado.
"Nos llega a través de los transportistas y se ve cuando van a descargar, deberían respetarse los horarios", expone Rivera. Por su parte, Prol reconoce que, a veces, se benefician de que los clientes hagan "una parada rápida", pero censura "casos sangrantes" que se repiten cada día. "Veo bien que se controle, es cierto que a veces pagan justos por pecadores, pero la gente se aprovecha", opina.
Doble fila y bus urbano
Las otras conductas más perseguidas por el multamóvil son los estacionamientos en doble fila, casi un 20%, y las paradas en zonas reservadas al transporte público, lo que genera en muchas ocasiones escenas complicadas para los viajeros del autobús urbano, obligados a bajar o subir en plena calle.
Aparcar encima de las aceras, no respetar las líneas amarillas pintadas en las calzadas o generar un peligro a otros vehículos y peatones aparecen también en el punto de mira del multamóvil, un instrumento con el que la Policía Local refuerza su control para corregir las malas conductas y garantizar la fluidez en la circulación.
Carlos Campos: ‘El balance es positivo, se nota mejoría'
El concejal de Tráfico de Ourense, Carlos Campos, no duda en hacer un balance positivo del primer mes de andadura del multamóvil, que pudo salir a la calle después de estar en tramitación durante más de un año por problemas burocráticos.
"Creo que el balance es positivo, estamos en contacto permanente con los agentes y nos transmiten que se está notando una mejoría en el comportamiento de la gente", destaca el concejal del PP, que asumió las competencias de Tráfico a finales de septiembre.
El edil insiste en que el objetivo final del Automóvil de Vigilancia Intensiva no es el recaudatorio, sino el de prevención y concienciación, por lo que no se atreve a hacer una valoración sobre la cantidad de multas tramitadas.
"Habrá que esperar para ver cómo evolucionan las cifras, sigo manteniendo que el afán no es recaudatorio. Salvo en situaciones muy graves, el coche, así me lo transmiten los agentes, da un margen de tiempo a los conductores para ver si corrigieron su infracción. En caso de que persista, se multa", expone.
Asimismo, reconoce que no saben cómo responderán los ciudadanos ante las multas, ya que el procedimiento administrativo se dilata alrededor de un mes hasta la notificación. "Con el coche no te enteras al momento, no sabemos cómo va a reaccionar la gente", reconoce.
