Los ourensanos demuestran su fervor en el inicio de la Semana Santa llenando las calles de la ciudad y de los municipios de la provincia para conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén. Comienza así la Semana Sant
Los ourensanos se echaron ayer a la calle para dar la bienvenida a la Semana Santa con la celebración de un multitudinario Domingo de Ramos, una jornada familiar en la que niños y mayores de la capital y de otros municipios de la provincia conmemoran la entrada de Jesús de Nazaret en Jerusalén. La celebración de ayer es la dedicada, tradicionalmente, a los más pequeños de la casa, que acuden con sus palmas junto a sus padres o abuelos, que portan ramos de olivos.
La meteorología respetó la jornada de celebración, permitiendo a cientos de personas reunirse minutos después de las 11.00 horas en el Parque de San Lázaro. Como es tradición, el obispo de la Diócesis, Leonardo Lemos, bendijo los ramos y las palmas en el entorno de la Subdelegación del Gobierno, uno de los momentos de mayor devoción de este Domingo de Ramos. No quiso perderse el momento el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, que se encontraba entre los asistentes, así como otros miembros de la Corporación.
Otra de las señas de identidad es la llamada procesión de la "Borriquilla", el Paso de los Niños, que partió desde la Catedral para llegar al Parque de San Lázaro por Lepanto y Santo Domingo. Tras la bendición del obispo, la marcha continuó por el Paseo, Lamas Carvajal, plaza de Santa Eufemia y Juan de Austria para regresar al punto de partida, donde Lemos Montanet celebró una homilía ante el gentío que llenaba el templo ourensano.
No solo en la ciudad de Ourense se vivió con devoción la jornada. En municipios como Verín, Allariz, Xinzo, Carballiño o Ribadavia, entre otros muchos, la gente no quiso perder la ocasión de conmemorar el inicio de la Semana Santa, que continuará con numerosos actos religiosos entre el miércoles y el domingo repartidos por toda la provincia.
