VIOLENCIA DE GÉNERO

Agentes de la policía vigilaron el funeral de Socorro Pérez en Fátima

Centenerares de personas abarrotaron el templo de O Couto, en donde vecinos y familiares reclamaron justicia 

La iglesia de Fátima ya estaba abarrotada a las 19,30 horas, media hora antes del inicio del funeral por Socorro Pérez, la vecina de O Couto, en Ourense, cuyo cadáver, con un fuerte golpe en la cabeza, apareció entre la maleza del Alto del Seminario. Cientos de vecinos se acercaron al templo para dar el pésame a los padres -la víctima era hija única- y al resto de la familia. 

Prácticamente todo el barrio de O Couto estaba representado en una iglesia acostumbrada al fervor popular. Y entre los asistentes, muchos exhibieron su irritación por el fin que tuvo su malograda vecina cuando el 2 de mayo salió a correr en torno a las cinco de la tarde y no regresó a casa, donde había dejado la cena a medio preparar. "Estamos muy indignados; lo que le ocurrió a esta chica no se lo deseo al más enemigo del mundo porque algo así destroza a una familia", aseguraba Julio Fernández en el atrio de la iglesia. Este vecino de "la calle de al lado donde vivía Socorro" acudió a la misa con José González, un amigo del padre de la víctima. Ambos están convencidos que "el asesino es una persona conocida por ella". Más aún, "no me extrañaría -apostilla José- que estuviera hoy en esta misa".

La hipótesis de que el homicida es una persona conocida de Socorro Pérez está plenamente asentada en el imaginario colectivo. Alguno incluso fábula con la idea de que "la mató en un sitio distinto a donde apareció el cadáver".  

El sentir unánime de los presentes en el funeral fue demandar a la policía que investiga a fondo el caso para detener al criminal. "Esos padres sólo podrán encontrar algo de paz cuando se haga justicia y el asesino vaya a la cárcel", aseguraba otra asistente. 

Al funeral no sólo acudieron los vecinos de O Couto sino también agentes de la Policía Judicial que están adscritos a la investigación, además de autoridades como el alcalde de la ciudad, Agustín Fernández, quien dio el pésame a los padres pero no se quedó al funeral, o el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro. Según el comisario de Policía, Amable Valcárcel, los agentes estaban allí "por solidaridad", aunque se situaron en distintos puntos del templo.

El regidor cree importante "descubrir canto antes a quen poido facer esta maldade e O Couto siga sendo o barrio tranquilo que sempre foi ". Para Fernández sólo cabe esperar que la Policía Nacional "investigue a fondo, algo que me consta que se está a facer". En cuanto a la alarma social existente en estos momentos, aseguró que es importante adoptar medidas. "Os corpos e forzas de seguridade teñen que traballar para que esto non aconteza e, se volve a suceder, reaccionar dunha forma más rápida".

Roberto Castro trasladó sus "condolencias" a la familia de la víctima, transmitiéndoles que los cuerpos de seguridad del Estado "trabajan a destajo para dar con los responsables de la muerte". Así, apeló a "no interferir" en el trabajo que desarrolla la Policía Nacional para esclarecer el crimen y "dar cuanto antes con los responsables". El subdelegado del Gobierno confirmó que se está investigando con todos los medios.

Por su parte, Valcárcel, quien no pudo asistir al funeral, asegura que no pedirá refuerzos, confiando en la profesionalidad de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de la Comisaría.

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