Trécola Teatro anunciaba el viernes con su pasacalles que la Moti llegaba a la ciudad. Y así fue. Cuatro representaciones teatrales iniciaron ayer la cartelera de actos de la Mostra de Teatro Infantil, que recibió a sus primeros espectadores.
Cuando aún no se habían cumplido 24 horas desde que la compañía gallega Trécola Teatro ponía en aviso a los ourensanos de que la Mostra de Teatro Infantil de Ourense (Moti) estaba a punto de abrir su sexta edición, la cartelera cultural ourensana de ayer lo dejó patente. El Teatro Principal, el Auditorio municipal y el multiusos del Campus universitario fueron escenario de las primeras cuatro representaciones teatrales que la Mostra ha traído a la ciudad. Y con ellas llegaron sus primeros espectadores, muchos de los cuales se enfrentaron ayer a su primer contacto directo con el mundo de la escenografía. Cosas de la edad.
El teatro de autor y marionetas fue el gran atractivo para los más pequeños, que disfrutaron de 50 minutos de espectáculo con los Monicreques de Kukas, 50 minutos de vistosidad, gestualidad y grandes dosis de imaginación que hizo partícipes a los niños de la historia de un viento triste, acatarrado y muy hablador con un largo historial de cuentos que narrar.
Y mientras el público más jovencito disfruta con esta obra en el Teatro Principal, los mayores de ocho años tuvieron su dosis de interpretación en el Auditorio (dos sesiones). Desde Murcia llegó la compañía Onírica Mecánica. Sobre el escenario, la historia de un hombre que quería nadar y de un pez que soñaba con saltar el cristal en la búsqueda de nuevos horizontes, una hora de sesión y un intrépido viaje de un hombre y un pez por contar, que se ganó la atención de los niños gracias a una puesta en escena en la que no faltaron muñecos de alambre, luces de Navidad, extraños objetos y letras voladoras.
O deserto de Rub Al-Khali, la otra de las obras en cartelera la tarde de ayer, fusionó con sin gular maestría la narración y la música. El espectáculo, recomendado para público infantil, corrió a cargo de la compañía Dvá y se convirtió en todo un concierto de música desde Bielorrusia a Galicia, con el acordeón de Vadim Yukhnevich y la gaita de Manolo Panforreteiro como principales protagonistas. Sin duda, otra forma de hacer teatro.
La Moti no se detiene y para hoy ofrece cuatro nuevas sesiones. El género del musical para público infantil llega al Principal de la mano de la compañía gallega Artestudio Teatro, el teatro de actor (mayores de cinco años) toma protagonismo en el Auditorio municipal con los también gallegos de Palimoco Teatro, y la danza contemporánea se asienta en el Campus universi tario. Recomendada para un público con edades comprendidas entre los dos y los cinco años, el grupo andaluz Da te danza ofrece dos pases de su obra Sueña. La variedad vuelve a marcar la programación teatral de la Mostra.
El teatro de autor y marionetas fue el gran atractivo para los más pequeños, que disfrutaron de 50 minutos de espectáculo con los Monicreques de Kukas, 50 minutos de vistosidad, gestualidad y grandes dosis de imaginación que hizo partícipes a los niños de la historia de un viento triste, acatarrado y muy hablador con un largo historial de cuentos que narrar.
Y mientras el público más jovencito disfruta con esta obra en el Teatro Principal, los mayores de ocho años tuvieron su dosis de interpretación en el Auditorio (dos sesiones). Desde Murcia llegó la compañía Onírica Mecánica. Sobre el escenario, la historia de un hombre que quería nadar y de un pez que soñaba con saltar el cristal en la búsqueda de nuevos horizontes, una hora de sesión y un intrépido viaje de un hombre y un pez por contar, que se ganó la atención de los niños gracias a una puesta en escena en la que no faltaron muñecos de alambre, luces de Navidad, extraños objetos y letras voladoras.
O deserto de Rub Al-Khali, la otra de las obras en cartelera la tarde de ayer, fusionó con sin gular maestría la narración y la música. El espectáculo, recomendado para público infantil, corrió a cargo de la compañía Dvá y se convirtió en todo un concierto de música desde Bielorrusia a Galicia, con el acordeón de Vadim Yukhnevich y la gaita de Manolo Panforreteiro como principales protagonistas. Sin duda, otra forma de hacer teatro.
La Moti no se detiene y para hoy ofrece cuatro nuevas sesiones. El género del musical para público infantil llega al Principal de la mano de la compañía gallega Artestudio Teatro, el teatro de actor (mayores de cinco años) toma protagonismo en el Auditorio municipal con los también gallegos de Palimoco Teatro, y la danza contemporánea se asienta en el Campus universi tario. Recomendada para un público con edades comprendidas entre los dos y los cinco años, el grupo andaluz Da te danza ofrece dos pases de su obra Sueña. La variedad vuelve a marcar la programación teatral de la Mostra.
