La subida del IVA o una legislación insuficiente que no protege a los creadores, las críticas del sector
El "Ourense ICC Week" se trasladó ayer hasta Celanova para analizar, de la mano de expertos, empresarios y emprendedores del sector audiovisual, la situación que atraviesa la industria de la música, sus agentes y los derechos de autor. Conferencias, debates, conciertos y hasta una visita guiada por el legado mozárabe que cobija el Monasterio de San Rosendo caracterizó la segunda jornada. De la apertura se encargó el alcalde, José Luis Ferro, que resaltó la necesidad de hacer del patrimonio cultural "un alimento para el espíritu y un soporte importante para la economía de futuro" y, en esa línea, resaltó dos novedosos proyectos municipales de creación de un Centro de Innovación en Comunicación y una cooperativa mixta de gestión cultural.
La sesión matutina puso énfasis en la "agridulce" situación que esta viviendo el sector de la industria musical, con los "desafíos" ante los cambios en la manera de distribución, pero también en el "dulce" momento para creadores y público, "porque por primera vez estamos compartiendo creatividad", destaca Tomás Fernando Flores, director de Radio 3.
Una situación que, en parte, compartía el resto de miembros reunidos en el salón refectorio celanovés y donde se habló de "tender puentes" y encarar el futuro de la mejor manera posible, en una convivencia entre los distintos soportes "adaptándonos al siglo XXI", apuntó Carlos Galán, director de la discográfica "Subterfuge records", que aseguró que la industria musical ha sido la primera en adaptarse a esta revolución industrial provocada por los avances tecnológicos y donde la crisis y la subida del IVA han jugado en contra de la cultural. "El futuro es muy difícil de pronosticar. El desafío es tremendo e imposible de vaticinarlo. Lo único claro es que la música forma parte de nuestras vidas", señalaba Flores. "Es como respirar", añadía Jorge Vileilla, jefe de producto de RockFM, que completaba la mesa con Joan Luna, director de la revista "Mondosonoro", y Javier de Esteban, de "Ticketmaster" España.
Creador contra distribuidor
Por la tarde fue el turno de Mónica Sevil, abogada y directora de Editorial Nemo; Antonio Fernández, director general de la Asociación de entidades de Gestión españolas; Juan Carlos Fasero, director de la región noroeste de la Sociedad General de Autores y Editores; y Rubén Gutiérrez, director I+D Fundación SGAE, que dirimieron sobre el marco legal de los derechos de autor y la propiedad intelectual.
La batalla entre los creadores y distribuidores del producto cultural y una legislación, la de la propiedad intelectual, que resulta insuficiente a la hora de proteger los derechos de los autores, centraron algunas de las ponencias. "En España y en Galicia en particular, todo el mundo tiene muy claro lo que es la propiedad. Sin embargo al añadirle el término intelectual, parece que tiene que ser gratuita. Se supone que los autores viven del aire y que todo el mundo tiene derecho a los contenidos gratuitos. Y no es así", dijo Fasero, que apuntó que "un elemento clave en el combate contra la piratería es que las compañías ofrezcan mejores servicios" con un acceso más fácil y rápido a los productos y contidos legales. "En el caso de la música está más avanzado y se nota que hay un bajón en la piratería, porque hay un acceso muy rápido a los contenidos legales. Pero en el audiovisual no ocurre eso, porque el acceso a contenidos ilegales es más rápido que a los legales".
En esta guerra, apuntaba la abogada Monica Sevil, "no creo que haya que responsabilizar al usuario, sino a quien se lucra de ello", en referencia a las distribuidoras de acceso a internet, al tiempo que reclamó mejoras en la legislación.
