Hogares y Apoyo al Menor Lar Río Casaio fue investigado y clausurado tras la alerta dada por una adolescente tutelada

Niñas 'obligadas' a comerse sus vómitos y de cara a la pared

La Fiscalía de Menores recibió la denuncia de malos tratos en Río Casaio en noviembre de 2008. (Foto: JOSÉ PAZ)
Una joven tutelada por la Xunta puso a la Fiscalía tras el rastro del centro de protección de menores Hogares y Apoyo al Menor Lar Río Casaio, consistente en una vivienda de dos pisos en el extrarradio de la ciudad. Los relatos recogidos por el Ministerio Fiscal durante la fase de diligencias incluyen episodios como aquel en el que las dos educadoras acusadas 'ponían copias como castigo'.
Una de las menores de siete años fue 'obligada a escribir la palabra que más de mil veces porque al parecer la decía con mucha frecuencia cuando hablaba'. Es la misma niña a la que las dos educadoras contra las que la fiscal dirige la acusación, 'impusieron como castigo, tras devolver, que se comiese su propio vómito'. Esta menor habría sido objeto de un ensañamiento especial, pues en otra ocasión, 'por orden de las acusadas, estuvo una semana entera encerrada en la habitación de un educador, comiendo incluso allí, por haber pegado a otra niña en la fila del colegio'.

Hubo, presuntamente, más sanciones. Y de naturaleza tan clásica, si bien de otra era, como la de poner a las niñas de cara a la pared, 'a veces de rodillas y con diccionarios en las manos'. En el caso de una de ellas, estuvo todo un día mirando para la pared, relata la fiscal.

La apertura en su momento de diligencias y posterior denuncia en los juzgados, se acompañó, como medida de protección, del traslado de todos los menores a otra residencia, mientras no se resolvía judicialmente la posible responsabilidad civil de los presuntos autores.

La Asociación Hogares y Apoyo al Menor Lar contaba con tres centros de protección en la provincia de Ourense bajo la supervisión de la Vicepresidencia da Igualdade e o Benestar: el ya mencionado de Río Casaio, y los de Vistafermosa y Valdomiño. Éste último, en 2009 fue también investigado por una presunto maltrato, pero se acordó el archivo de las diligencias al no quedar acreditado ningún delito. No obstante, la Xunta optó por clausurar tanto las entidades de Casaio como Valdomiño, a cuya sede fue traslado el centro de Vistafermosa, por disponer el inmueble de mejores instalaciones.

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