Una nueva fiesta para hacer barrio en A Valenzá

Diego Pérez es un joven de 15 años que vive en A Valenzá, concretamente en O Ruxidoiro. Hace unos meses, el adolescente detectó que hay varias familias y vecinos nuevos que se trasladaron a casas independientes y de los que poco conocen los que llevan allí toda la vida. Con afán de cambiar la situación y crear comunidad, decidió que sería buena idea contar con una fiesta propia, pensada para que los residentes de las zonas de O Ruxidoiro, Escorregas y A Moura supiesen quién es la persona de la puerta de al lado. Se lo comentó a una de sus vecinas, María González (56 años), y esta no lo dudó: “Me dejé liar, porque me parece admirable que un niño sea capaz de montar todo esto, así que le he apoyado en todo lo que he podido, y la gente también se ha unido para ayudar”, señala. Así, este curioso dúo se puso manos a la obra. Inicialmente, la idea era una cena, pero decidieron ampliar miras y traer música y espectáculo. El día de San Bartolo, el jueves 24, fue la fecha más adecuada, en la que pensaron que podría asistir más gente. Así, con unos cuantos carteles impresos y dos patinetes eléctricos, se pusieron en marcha. Recorrieron las zonas comunes del barrio, pero también llamaron puerta por puerta para informar de lo que iba a suceder en los próximos días. Vecino por vecino, confirmaron la asistencia. El evento comenzará a las 20,30 horas con una procesión -con gaiteiro- hasta la capilla de As Lamas, donde los asistentes podrán participar en una misa con la actuación de la coral Aqua Música. Tras este homenaje al patrón, será el turno de cenar: churrasco, sardinas, empanada… Lo único que habrá que pagar es la cena, que costará 4,50 euros por persona. El postre será el baile con la disco móvil, a las 23,00 horas. Al ver el ímpetu con el que Diego y María organizaban esta cita, numerosos vecinos decidieron colaborar. La Policía Local de la localidad, Protección Civil o el centro educativo también se movilizaron. No contaban con fondos, pero la voluntad por parte de todo el barrio fue suficiente. “Gracias a las ganas de todos tendremos las primeras fiestas con luces, banderas y probablemente una proyección con dron de fuegos artificiales, ya que dada la época del año los fuegos de verdad son peligrosos”, explica González. Por su parte, el pionero de las primeras fiestas de la historia de O Ruxidoiro, el joven Diego Pérez, espera a que llegue el jueves con ilusión: vivirá en un barrio en el que todos se conozcan.