En la ciudad se antoja imprescindible recuperar la seguridad urbanística con la aprobación definitiva del nuevo PXOM
Con el año 2018 todavía calentando motores, Ourense no tiene tiempo que perder para trabajar en la superación de los desafíos que se vislumbran en el horizonte, muchos de ellos arrastrados desde hace lustros, pero que necesitan un impulso para convertirse en un revulsivo para una provincia que parece haber sacado la cabeza en 2017 tras una crisis económica que se convirtió en un auténtico tormento.
Nuevas infraestructuras comprometidas por Estado o Xunta, incidir en la recuperación del mercado de trabajo con un salto cualitativo en las condiciones laborales e incrementando la tasa de actividad y buscar herramientas para atajar un problema demográfico que amenaza cada vez con más intensidad son los principales retos para este ejercicio, pero no los únicos, especialmente en el concello de Ourense, que por su condición de única ciudad de la provincia tiene otras necesidades que sacar adelante cuanto antes.
Comunicaciones
En el capítulo de proyectos, el AVE sigue luchando contrarreloj para estar listo en el último plazo anunciado por el Ministerio de Fomento, a finales de 2019. Para ello, Adif debe avanzar este año en obras del nuevo trazado, con el viaducto de Teixeiras como gran reto, pero también en la adecuación del trazado convencional desde Taboadela y la reforma de la estación del Empalme, todavía sin licitar.
No menos importantes es la red viaria, con las autovías a Ponferrada y Lugo o la circunvalación norte de la ciudad esperando la contratación de obras de tramos anunciados hace meses, o equipamientos como el Museo Arqueolóxico, ya sin excusas urbanísticas para que arranque su ansiada reforma.
Empleo
El jueves se conocía que Ourense bajaba de los 20.000 parados por primera vez en una década, pero detrás de esta luz todavía hay muchas sombras. "Hay que profundizar y acelerar el proceso de mejora del nivel de actividad", asegura el responsable del Observatorio Económica Ourensán, Andrés Mazaira. Apenas se superan los 110.000 ocupados, con los salarios más bajos de Galicia y una excesiva desigualdad entre hombres y mujeres, como alertan los sindicatos.
Menos y mayores
No es exclusivo de la provincia, pero esta sí nota con más virulencia los síntomas de la enfermedad. La pérdida de habitantes, pese al repunte de la inmigración, y una edad media que no para de crecer, ya por encima de los 50 años, obliga a tomar medidas con celeridad para intentar revertir la situación. La consolidación demográfica va unida, no obstante, a la generación de oportunidades económicas, de ahí la importancia de la consecución de nuevas infraestructuras y puestos de trabajo. Sectores como el tecnológico, en auge, deben seguir consolidándose.
Claves de la capital
En la ciudad de Ourense, mientras, se antoja imprescindible recuperar, tras casi una década de vaivenes, la seguridad urbanística mediante la aprobación definitiva del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal, en el alambre por la falta de acuerdo político pero reivindicado desde todos los sectores de la sociedad ourensana.
Es el "principal obxectivo", en palabras del alcalde de Ourense, pero no el único que se debe desatascar. Tras años de complicaciones, la plaza de abastos número 1 enfila las semanas decisivas para ser remodelada, lo que obliga al gobierno municipal a contratar el proyecto para que este sea una realidad en 2020 y liberar así una Alameda ocupada desde el verano pasado por un edificio provisional.
El presente año debe ser también el que defina el modelo de movilidad del futuro para conseguir una ciudad más sostenible, potenciando el peso del peatón sobre el vehículo. Que el proyecto "Móvete por Ourense" llegue a buen puerto es una obligación para toda la Corporación municipal.
