Semana Santa

El obispo invita a poner a Cristo en el centro de la vida

El obispo, en el centro, antes de oficiar la misa de Pascua de ayer. (Foto: Óscar Pinal)
photo_camera El obispo, en el centro, antes de oficiar la misa de Pascua de ayer. (Foto: Óscar Pinal)
La catedral acogió la misa de Pascua, que pudo contar de nuevo con la presencia de fieles

La catedral de Ourense acogió un año más la misa del Domingo de Pascua, oficiada por el obispo, Leonardo Lemos, para conmemorar la resurrección de Jesús. Lemos hizo referencia a cómo éste es "el acontecimiento central del misterio cristiano", y llamó a ver y creer "a través de los ojos de los santos, profetas y apóstoles, aquellos que fueron los mejores hijos de la Iglesia y son para nosotros maestros y modelos". Todo a pesar de vivir en una "sociedad compleja", precisó, "donde los modelos de nuestros hijos no son precisamente los amigos de Dios". 

El obispo no privó de elogios al templo ourensano y su solemnidad: "Hoy nos reunimos en esta catedral cargada de siglos y de arte y santidad, para celebrar la resurrección del Señor". Y llamó a la transformación social: "Algunos siguen buscando entre los muertos al que vive, algunos se han quedado en el Viernes Santo, en las cruces, cruces que hay que quitar y arrancar". 

Citando al Papa, añadió que "lo importante en el cristianismo, y en nuestras vidas, es Jesucristo resucitado y vivo, colocándolo en el centro de nuestra existencia", para así renovar la fe. También reivindicó el valor de cualidades como la justicia, la amabilidad o la ternura, en el objetivo cristiano de vivir al estilo de Jesús. "En cuanto abrimos nuestro corazón a la gracia liberadora del Señor y expulsamos de nuestro interior todo lo que nos separa de Dios; brota y rebrota incansablemente, como si fuera un manantial, la alegría del resucitado en nuestras vidas", expuso Lemos Montanet a los fieles durante la misa.

Vuelta al templo

El pasado año, las circunstancias de la misa de Pascua fueron diferentes, y los fieles no pudieron acudir a la catedral en aquella ocasión. También fue oficiada por Leonardo lemos, quien imploró la protección de San Martiño y Santa María Nai para sobrellevar la pandemia, referidos como "santo misericordioso" y "madre del consuelo" respectivamente. Entonces, Lemos sostuvo: "La gente está atemorizada y con razón, pero Jesús nos está diciendo: 'No tengáis miedo". 

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