Los trabajos de asfaltado obligan a desvíar el tráfico 11 kilómetros a través de la N-120, con atascos en las incorporaciones

Las obras de la autovía provocan retenciones en Ribadavia y Cenlle

Las maquinas proceden, ayer, a asfaltar la calzada de la A-52. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El Servicio de Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento procedió ayer a cortar el tráfico en la autovía Rías Baixas (A-52), entre Valdepereira de Ribadavia y Barbantes, del municipio de Cenlle, en dirección Benavente. La circulación fue desviada a partir de las 8.15 horas de la mañana con motivo de las obras de refuerzo del firme de la calzada.
Los trabajos en este tramo se prolongarán hasta el próximo día siete de mayo, según confirmaron fuentes del Servicio de Demarcación de Carreteras en la provincia de Ourense.

En consecuencia los vehículos fueron desviados en el entorno de Valdepereira hacia la N-120, mientras se iniciaban las obras de asfaltado que se extenderán a lo largo de 11 kilómetros.

El acondicionamiento de la A-52 se iniciaba durante el pasado mes de marzo, en el municipio de Melón, continuando ahora entre los puntos kilométricos 252 y 241.

A lo largo de esta primera jornada el tráfico resultó fluido, salvo pequeñas retenciones que se produjeron en el desvío a la N-120, en Valdepereira, y en la posterior incorporación a la autovía, aunque sin causar graves problemas en la circulación.

Responsables de Protección Civil de Ribadavia confirmaban esta circunstancia, apuntando que 'o desvío está moi ben señalizado e o único incordio consiste en pasar dunha vía de alta capacidade a outra estrada, pero as retencións foron normais'.

Los que sí están soportando las consecuencias del corte en la autovía son los vecinos de las localidades por las que transcurre la N-120, que observan como se ha incrementado ostensiblemente el tránsito de vehículos.

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