Los incendios registrados en viviendas no dan tregua. Los últimos fuegos se produjeron ayer en casas de Punxín, Verín y Montederramo que se suman a los tres anteriores, en O Barco y la ciudad. Uno de ellos se saldó con una víctima mortal, y otros dos, con heridos por inhalación de humo.
En Punxín, las llamas se iniciaron de madrugada. Fue el propio matrimonio que vive en la casa -ubicada en la N-541- el que alertó a los servicios de emergencia tras percatarse del fuego. Hasta el lugar se desplazaron los bomberos de Carballiño, que lograron salvar dos habitaciones, el baño y una galería en el primer piso. El incendio, que pudo originarse en la chimenea, se propagó rápidamente por el techo de madera. La ambulancia medicalizada también acudió al lugar, pero no fue necesaria su intervención, ya que el matrimonio abandonó la casa y evitó así intoxicarse.
En el municipio de Montederramo, los propietarios de la casa afectada dieron la señal de alarma en torno a las cuatro de la tarde. Uno de los contadores eléctricos, situado en una de las habitaciones, comenzó a arder, pero los particulares lograron sofocar las llamas antes de que se propagasen por el resto de la vivienda. Hasta la casa acudieron agentes de la Guardia Civil, así como el GES de Castro Caldelas, aunque no fue precisa su actuación.
En cuanto al de Verín, afectó a una casa de la calle San Antón, se produjo pasadas las cuatro y media de la tarde. En este caso, también fue la propietaria, que se encontraba en la vivienda, la que llamó a emergencias. Bomberos de Verín, así como la Guardia Civil, acudieron al lugar para sofocar las llamas, que calcinaron una de las estancias de la casa. Por ahora, se desconocen las causas del incendio.
Asimismo, pasadas las ocho de la tarde, dos unidades del Parque de Bomberos de la ciudad acudieron a la zona de Cotoriño, en el término municipal, para sofocar un fuego provocado por el cableado de la luz que afectó a la fachada de la una vivienda.
