Ourense posee el 24% de estos instrumentos en Galicia aunque ha destruido algunos por ignorancia

El órgano busca su sitio en el legado cultural

Órgano de la colegiata de Xunqueira de Ambía, de los más importantes de Galicia. (Foto: Marcos Atrio)
Ourense cuenta con uno de los órganos gallegos más importantes (Xunqueira de Ambía) y con la única sede en Galicia (Conservatorio) donde se estudia órgano. Pero no se escapa del deterioro de estos instrumentos que sufre Galicia.
Un proyecto de catalogación de los órganos de Galicia fue la vía que empleó un grupo de personas (restauradores, organistas y técnicos) para intentar frenar la progresiva desaparición y deterioro de estos bienes artísticos y musicales que forman parte del patrimonio gallego y ponerlos en valor tratando de concienciar a las administraciones y depositarios de estos instrumentos de la verdadera importancia que tienen.

Este proyecto, presentado por la Consellería de Cultura, acaba de echar a andar en la Diócesis de Lugo pero llevará al equipo que lo conforma a visitar las parroquias y monasterios que albergan estos órganos de todas las diócesis de Galicia, incluida la de Ourense. El objetivo es analizar su estado general de salud, antigüedad, valor histórico y elaborar una completa documentación gráfica y sonora, quedando recogida toda esa información en un catálogo que deje por fin clarificadas tanto la cantidad como la calidad del patrimonio organístico gallego y sirva de base para posteriores actuaciones de recuperación, restauración o reconstrucción.

El punto de partida es complicado precisamente por esa falta de catalogación que impide de antemano que el equipo conozca a ciencia cierta lo que se van a encontrar, tanto en número como su estado. En Ourense parten, a priori, de la existencia de 19 órganos de un total de 80 que tienen estimados en Galicia (un 24%).

Trascendencia


En esa lista se encuentran órganos como el del Conservatorio de Música, el de la iglesia de Santa Eufemia del Centro, el de la iglesia de Santo Domingo, el de Fátima, el de la Catedral... Pero no son los únicos. Para Andrés Díaz, miembro de equipo técnico de catalogación, resulta especialmente interesan te el órgano de la colegiata de Xunqueira de Ambía por tratarse de uno de los más importantes de Galicia. También hace una mención especial al de San Salvador de Celanova y la ‘caja tan monumental’ en la que se encuentra el instrumento, así como el órgano de la Capilla del Santo Cristo en la Catedral, de comienzos del siglo XVIII. ‘Desgraciadamente sufriu unha intervención vandálica a comenzos de século que lle restou o seu carácter orixinal’, explica.

Según Andrés Díaz, Ourense ofrece frente al resto de la Comunidad un ventaja importante para su trabajo. ‘Aquí si existe un pequeno artigo do ano 1985 que nos permitirá saber o que lles ten sucedido a estes instrumentos dende entón, algún xa desgraciadamente desaparecido’. Entre ellos figura un órgano cedido por García Barbón a Verín de aproximadamente 1870 y que ‘por descoñecemento foi tirado hai uns anos’.

‘Fallan organeiros competentes’


El poco valor que se le está dando al patrimonio organístico está detrás de la situación en la que se encuentran muchos de ellos, en peligro de desaparición o con un deterioro irreversible, a pesar de que muchos son instrumentos históricos. El catálogo que está elaborando este equipo pretende destacar los más importantes y dignos de protección para ayudar y orientar sobre posibles intervenciones futuras que puedan sufrir. En este sentido, el técnico Andrés Díaz lamenta el mal uso que se ha hecho de muchas restauraciones, como es el caso, dice, del órgano de Celanova. ‘Foi reconstruido recentemente, pero o instrumento que se montou dentro da impresionante caixa desgraciadamente non está á súa altura. É un instrumento ecléptico que non respeta totalmente o tipo de órga no que no século XVIII estaría dentro dese envoltorio tan monumental’, lamenta.

Según el propio Díaz, en Galicia ‘non hai ningún organeiro competente. Hai xente que actúa e non coñece o seu oficio e o que fai é unha desfeita. Unha boa restauración conleva una documentación de como era e pode implicar un gasto de entre 120.000 e 180.000 euros’.


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