El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, sigue encontrando trabas para cobrar 84.000 euros que considera suyos como “indemnización” por el dinero que dejó de percibir en las asignaciones municipales a los grupos municipales tras marcharse cuatro ediles al grupo de no adscritos.
Pese a que consiguió que el pleno del 1 de abril diese luz verde -con carambola por la ausencia de ediles del PSOE- al cambio de las bases del presupuesto para cobrar con carácter retroactivo ese dinero, el jefe de Xestión Orzamentaria no lo ve factible, dice que no hay crédito disponible para ello y que necesitaría una modificación de crédito para embolsarse el dinero. Además, esta maniobra cuenta también con el informe desfavorable del interventor. Y ahora, por si fuera poco, sus propios excompañeros -Manuel Álvarez, María Dibuja y Maite Garrido-, agrupados en Coalición del Centro Democrático (CCD), han presentado alegaciones, lo que, según fuentes consultadas, obligará sí o sí a llevar el asunto otra vez a pleno para resolverlas. Y ahí, Jácome podría no disponer de la suerte aritmética de la anterior ocasión.
Sus excompañeros creen que Jácome y la propia corporación podrían incurrir en “cobro de lo indebido” y provocar que Jácome tuviera que devolver todo el dinero al acabar este mandato. Recuerdan que el actual alcalde aprobó en pleno esta cuestión el 1 de abril valiéndose de “argucias”, al ser conocedor de “la falta de asistencia de un concejal aquejado de covid”, para así sacarla adelante con su voto de calidad. Afean a Jácome en el CCD su “afán de adjudicarse” estas percepciones con dichas “argucias” e inciden en que “no le corresponden de ninguna manera”.
Podría acabar en la vía civil
Estas “percepciones indebidas, con cargo a apariencias y a criterios que no justifican su desembolso” situarían a Jácome, según sus exediles, en un supuesto de “cobro de lo indebido o enriquecimiento injusto”, que podría acabar en la vía civil. Y es que para sostener estas declaraciones, los ex ediles de DO insisten en que el grupo municipal de Jácome “traslada íntegramente” al partido político de Jácome todo el dinero, “sin convenio que lo justifique”. Además, insisten en que Jácome no emite facturas a su grupo municipal, por lo que ven “razonable” pensar que “al final de mandato tendrá que devolverlas”.
