Tras cerrar la pasada semana con 14 trenes regionales cancelados, el déficit de maquinistas sigue cebándose con las conexiones férreas de la provincia de Ourense. Solo ayer, cinco líneas fueron suspendidas -con transporte de sus viajeros en autobús-, tres de ellas en la conexión con Lugo y otras dos en la de Santiago, siempre en los trenes regionales de media distancia. La situación es agónica y el argumento ofrecido por Renfe se limita a sostener que el número actual de maquinistas es insuficiente para cubrir toda la oferta, dado que la operadora no pudo formar a la nueva camada de profesionales que debían cubrir las jubilaciones durante la pandemia.
En las últimas jornadas, los ciudadanos que se dispongan a coger regionales a Lugo o Santiago tienen más de un 70% de posibilidades de acabar haciendo el trayecto en autobús alternativo, ya que dos de cada tres viajes acaban suspendidos. Ayer, de los tres servicios Ourense-Lugo, dos acabaron suspendidos y solo el del mediodía se mantuvo. En cuanto al regional de Santiago, se canceló el único que hay cada día, tanto a la ida como a la vuelta, lo cual afectó a villas intermedias como Carballiño, que se quedaron sin su único servicio ferroviario diario, teniendo que ir en el autobús alternativo. Esto sucede, precisamente, con la provincia en servicios mínimos de regionales, tras años de supresiones, agudizadas durante la etapa covid.
Diego Pascual, uno de los maquinistas que operan en la provincia y responsable del sector ferroviario de CGT en Ourense, niega que la cancelación de trenes responda a un problema puntal, “senón que pasa todos os meses por un déficit que sufrimos desde hai anos”. Desde el sindicato, aseguran que la plantilla se redujo de 23 profesionales para las rutas de servicio público a apenas 13 en la actualidad.
