Los vecinos de la ciudad, los más preocupados de las urbes gallegas por la escasez de plazas o el ruido generado por la circulación de vehículos
Los problemas con el aparcamiento y el ruido que genera el tráfico o la actividad de los negocios están entre los principales problemas percibidos por los hogares ourensanos, con una incidencia superior en estos aspectos a la que presentan el resto de urbes de la Comunidad, según refleja un trabajo realizado por el Instituto Galego de Estatística.
El análisis del organismo autonómico refleja que algo más de la mitad de las viviendas de la ciudad de As Burgas, lo que suponen 21.484 hogares, considera que existe un problema con la disponilbilidad de plazas para estacionar los vehículos, un déficit que ya reflejaba el Plan de Movilidad elaborado por el anterior gobierno local y que ponía el acento sobre una serie de consideraciones que todavía no se han solucionado.
A la preocupación manifestada por los hogares ourensanos, con una incidencia del 52%, solo se acerca la expresada por los vecinos de A Coruña, donde el porcentaje es de algo más de un 49%. Le siguen en este ranking Pontevedra (43%), Vigo (40%), Santiago y Lugo (38%) y Ferrol, donde solo un 29% de hogares muestran preocupación por el aparcamiento.
El documento sobre movilidad del Concello, así como las diferentes propuestas que se han debatido en el salón de plenos los últimos años, identifican como problemáticas la zona centro, los barrios de O Couto, A Ponte y Mariñamansa, así como todo el entorno de Os Remedios, aconsejando la construcción de parkings subterráneos que siguen muy lejos de convertirse en realidad. En esta línea, tampoco han salido adelante los planes de la Xunta, sin ningún tipo de avance desde 2012, para habilitar aparcamientos disuasorios en los accesos de la ciudad, intenciones que se han visto condicionadas por la fragilidad urbanística, a la espera de que salga adelante el nuevo PXOM, que contempla equipamientos de estas características.
Precios
Los conductores también deben soportar en las zonas de estacionamiento regulado (ORA), las tarifas más elevadas de las ciudades gallegas que cuentan con este servicio, condicionado además por la precariedad de la concesión desde hace año y medio, lo que lo deja totalmente obsoleto tecnológicamente. El coste por estacionar el vehículo en zona azul oscila entre los 0,40 y los 1,45 euros, viéndose obligados los usuarios, además, a introducir cantidades prefijadas sin poder obtener cambio. Muchos parquímetros no disponen de pago con tarjeta y no se permite la utilización de aplicaciones móviles para abonar el coste del servicio.
Todos estos ingredientes se mezclan en un cóctel que acaba teniendo consecuencias, según el IGE, en la confortabilidad de los residentes. Uno de cada cinco hogares (un 20%) –de nuevo la tasa más elevada de Galicia–, refleja sufrir problemas derivados de los ruidos del exterior (tráfico o o actividades de los negocios, entre otros motivos).
El porcentaje de afectados supera al de las dos grandes ciudades gallegas, con Vigo en un 15% y A Coruña en un 18%. Lugo o Santiago, de un tamaño similar a Ourense, están en un 7 y un 13%, respectivamente.
El experto en movilidad Javier Barreal ofrece una posible clave. "Calles céntricas, pongamos por ejemplo, Ramón Cabanillas o Valle Inclán, son utlizadas exclusivamente para buscar aparcamiento, no aportan nada más a los desplazamientos", señala.
Sin embargo, no solo en el centro hay un tráfico complicado. Un estudio elaborado por Fomento concluía que alrededor de 2.000 personas sufrían un ruido excesivo en sus viviendas a causa del tráfico en las vías de su competencia, con la avenida de Santiago como la más problemática.
