La expedición de ocho miembros de la asociación de hosteleros de Pontevedra, Poio y Marín (Hoempo) que peregrina a Madrid para exigir un plan de rescate para el sector en el Congreso atravesó ayer la provincia, desde Carballiño a Allariz, con un gran apoyo social y político a su paso, pero también con las primeras dificultades.
En la noche del martes, empezaron a aparecer las primeras ampollas en algunos miembros de la expedición, y con ellas las primeras muestras de "solidaridad" ourensana. Y es que la fisioterapeuta carballiñesa Alba Dacal respondió al llamamiento y atendió a los caminantes al final de la segunda etapa. "Le estaremos eternamente agradecidos", señalaron.
"Estamos haciendo un gran esfuerzo físico, la etapa que acabamos en Carballiño fue tras 49 kilómetros y la de hoy (por ayer), de 46", relataban ayer a su paso por el Puente Romano de la ciudad. Uno de ellos confesaba que "no sé si aguantaremos, no todos estamos acostumbrados a una alta carga física". En todo caso, otros compañeros van en una furgoneta de refuerzo.
"El lunes tuvimos una manifestación, como todas las semanas, y arrancamos directos para la primera etapa", relataban de camino a la Praza Maior, donde fueron recibidos por el gobierno local. Antes, fueron el alcalde de Carballiño, Francisco Fumega, y el concejal de Turismo, Manuel Dacal, los que les dieron recepción. En la villa del Arenteiro, el comportamiento fue "excepcional", recordaron.
No solo por las recepciones o las sesiones de fisioterapia, sino por la "amabilidad y cariño" de Paco y Eli, que les abrieron las puertas de las pulpería "A Feira" o por la atención de Diane Ramos, gerente del Hotel Xardín en el que hicieron noche, antes de desayunar por cortesía del Centro Comercial Aberto de la localidad.
No falta de nada
En la etapa entre Carballliño y Allariz "tuvimos que recorrer senderos y meternos casi por el medio del monte, fue duro" , antes de ser recibidos también por los Amigos da Cociña Galega y proseguir hasta Allariz, donde a última hora de la tarde les recibieron la regidora, Cristina Cid, y la concejala de Promoción Económica, María López. También les recibió una comitiva de hosteleros locales, entre ellos el expolítico Anxo Quintana, quien les ofrecerá hoy el almuerzo en el Pepiño. Antes, cenaron en el restaurante Limia y pasaron la noche en O Portelo Rural. Los ánimos no decaen: "Nos vamos a Madrid, porque si no nos dejan trabajar nos tendrán que rescatar".
