El Concello de Ourense ultima la adjudicación del nuevo contrato para controlar las plagas en el término municipal, un servicio que con la licitación en marcha se ve especialmente reforzado, al incrementarse un 45% las horas que se prestarán al pasar de 440 a 640 horas. En estos momentos, tras celebrarse la pasada semana la reunión de la mesa de contratación, son cuatro las empresas que pugnan por un contrato al que el Concello ha aprobado destinar algo más de 39.200 euros por cada anualidad.
El plan de trabajo prevé tres fases de choque al año, ascendiendo el presupuesto a casi 40.000 euros anuales
El pliego de condiciones elaborado por los técnicos municipales contempla un plan de trabajo anual con tres tratamientos de choque de cuatro semanas de duración cada una, que se desarrollarán en principio en mayo, julio y septiembre, mientras que en los meses restantes se realizarán fases de mantenimiento mediante la colocación de cebos, polvos, gel o trampas, haciendo también labores de inspección de una red de alcantarillado, cuya longitud asciende a 478 kilómetros, o en alcorques y agujeros de las zonas verdes de la ciudad. La empresa adjudicataria deberá estar también disponible para responder a los requerimientos que el Concello considere de urgencia en un plazo máximo de 48 horas.
Obligaciones
El contrato contempla tres servicios a prestar por la adjudicataria. Será necesario controlar las poblaciones de roedores; la erradicación o, en su caso, reducción a niveles mínimos que no representen riesgo sanitario de cualquier insecto que pueda ser considerado como vector desde el punto de vista sanitario; y la eliminación de microorganismo patógenos, productores de enfermedades transmisibles, evitando así su propagación y la aparición de focos.
En este servicio no se incluyen los tratamientos de carácter fitosanitario para prevenir y controlar plagas en especies vegetales yaquellos para vigilar el exceso de palomas, estorninos y otras aves.
La adjudicación del nuevo contrato se antoja necesaria, dado que como refleja la memoria justificativa de la licitación, el contrato en vigor venció el pasado 24 de agosto tras cuatro años. Las empresas que buscan ser la adjudicataria se han comprometido a instalar dispositivos o trampas en el alcantarillado que evitan el uso de productos químicos, para que así sean más respetuosos con el medio ambiente.
