Un informe del Observatorio de Sostenibilidad muestra un buen comportamiento en consumo de agua o producción de residuos

Ourense figura entre las urbes más ineficientes en uso de coches

Ourense presenta un mejor comportamiento que la mayoría de ciudades españolas en aspectos ambientales como consumo de agua o producción de residuos, pero sus puntos débiles son un elevado índice de vehículos por habitante y de stock de vivienda. Así lo refleja un estudio del Observatorio de Sostenibilidad en España, que evaluó la situación de las 50 capitales de provincia.
En concreto, la ciudad de Ourense registra una producción de residuos de 1,1 kilos por habitante al día, lo que la sitúa por debajo de la media española, que se aproxima a 1,5 kilos. En todo caso, cabe tener en cuenta que sólo se recicla el 10% de lo que se genera, porcentaje bajo aunque es similar a la media nacional. Mientras, el consumo de agua es de 137 litros por persona al día en Ourense, 12 menos que en España. Y el consumo de energía está en 4,41 megavatios/hora por persona, con lo que se posiciona por debajo de las capitales de provincia, pero por encima de la media estatal.

Por el contrario, este análisis sitúa a Ourense como la tercera capital de provincia española más motorizada (considerando no sólo turismos, sino todo tipo de vehículos a motor). En concreto, hay 69,7 vehículos por cada 100 habitantes, cifra que sólo superan Palma de Mallorca (con 77) y Santa Cruz de Tenerife (con 70), circunstancia que el análisis atribuye a las dificultades de comunicación en las islas. La media de las ciudades españolas es de 59 vehículos, si bien el índice es mayor en las urbes pequeñas y decrece en las más grandes.

Otro de los hándicaps del desarrollo sostenible de Ourense es el uso ineficiente del stock residencial, considerando la relación entre el número de viviendas principales y el de secundarias. En la ciudad, hay dos residencias habituales por cada una destinada para otros usos, cuando la media estatal es de tres. Ourense se sitúa así como la séptima ciudad con menor aprovechamiento de sus viviendas, al contrario de lo que ocurre en las ciudades vascas, que tienen siete viviendas principales por cada una destinada a otros usos. Una circunstancia que los constructores ourensanos han puesto de relevancia en reiteradas ocasiones, asegurando que en la ciudad existen muchas viviendas compradas por emigrantes y que permanecen vacías buena parte del año, aunque tampoco están en el mercado de venta.

El estudio mide el impacto de las ciudades a través de la denominada 'huella ecológica', que determina el número de hectáreas necesarias para cubrir los recursos que consume cada ciudadano. En el caso de Ourense, sería de 4,6 hectáreas por persona, cifra que no supera la media española (5,6), pero supera ampliamente el máximo considerado sostenible, que es de 1,8 hectáreas.

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