Los 4.671 fallecimientos registrados en el año 2006 sitúan a Ourense como la provincia española con la mayor tasa de mortalidad (14,11 por mil) -la media nacional es de un 8,43 por mil-, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las principales causas de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, que están relacionadas con el envejecimiento poblacional, y los tumores, ya que provocaron 1.718 y 1.244 óbitos, respectivamente.
Ourense, con un total de 4.671 fallecimientos registrados en 2006, es la provincia española con la mayor tasa de mortalidad (un 14,11 por mil) -la media nacional se sitúa en un 8,43 por mil-, debido al elevado envejecimiento poblacional de su población (un total de 336.926 habitantes), según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La principal causa de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, ya que provocaron 1.718 fallecimientos en 2006, cuando se registraron 4.671 defunciones, según los mismos datos. Los tumores son la segunda causa (1.244) y las enfermedades del sistema respiratorio (541), la tercera.
Debido también al envejecimiento poblacional, Ourense registra una de las tasas de natalidad más bajas de España (del 6,16 por mil), con 2.039 nacimientos, sólo por detrás de Lugo (5,86 por mil) y Zamora (6,09). El resultado de esta situación es un saldo vegetativo negativo de -2.632 habitantes, por detrás de Lugo (-2.830) y por delante de A Coruña (-2.418) y Pontevedra (-117). Esta última es, precisamente, la provincia gallega que menor tasa de mortalidad tiene (9,09 por mil), así como la que mayor tasa de natalidad registra (8,97 por mil). Y es que son, precisamente, los municipios costeros los que mayor capacidad de generación de empleo tienen y por lo tanto los que muestran un mayor crecimiento vegetativo.
De ahí que de los 11.149 matrimonios habidos en Galicia en 2006, la mayor parte correspondiesen a A Coruña, con 4.813, y a Pontevedra, con 4.066. Sin embargo, Ourense y Lugo se quedaron en 1.151 y 1.119, respectivamente, debido a la falta de relevo generacional.
Por comunidades, las estadísticas del INE sitúan al Principado de Asturias a la cabeza en mortalidad, con una tasa del 11,67 por mil, seguida de Galicia, con un 10,80 por mil, Castilla y León (10,54) y Aragón (10,26).
Por provincias, por detrás de Ourense y Lugo, con un 13,97 por mil, están Soria (12,67), Zamora (12,49) y Avila (12,42). En el lado opuesto figura Las Palmas, con 6,06, así como Mellilla, Ceuta, Madrid, Santa Cruz de Tenerife y Almería (ninguna llega al 7 por mil).
La edad, primer factor de riesgo
Las patologías cerebrovasculares, el infarto agudo de miocardio y otras enfermedades isquémicas del corazón, así como la insuficiencia cardíaca son los principales factores que provocan la muerte en la provincia (ocasionaron 1,718 defunciones, según el INE). Además, en estos casos la mortalidad está directamente relacionada con el envejecimiento poblacional. Así lo sostiene el cardiólogo del Complexo Hospitalario de Ourense Manuel Pérez.
Según este especialista, las personas en la provincia se mueren, sobre todo, a causa de infartos de miocardio, de enfermedades cerebrovasculares y otras complicaciones, sobre todo, hipertensión, diabetes y colesterol, patologías relacionadas todas ellas con la edad, aunque sostiene que el ejercicio, una dieta saludable y no fumar ayudan a prevenirlas. Tumores La segunda causa de fallecimiento son los tumores (ocasionaron 1.244 muertes) y los más prevalentes en la provincia siguen siendo el cáncer de colon rectal, de pulmón, sobre todo en hombres, y de mama, mayoritariamente en mujeres. Según el jefe del Servicio de Oncología del CHOU, Jesús García Mata, en este hospital se diagnostican al año 220, 160 y 180 nuevos casos, respectivamente. Además, en mujeres entre 34 y 50 años el cáncer de mama es la primera causa de muerte.
Jesús García Mata añade que la mortalidad en cáncer de colon rectal y de mama es menor que la incidencia, porque cada vez se diagnostican más precozmente y los tratamientos son más eficaces. No ocurre lo mismo en el caso de los tumores de pulmón, pues la diferencia entre la incidencia y la mortalidad es menor, aunque hace hincapié en que estos últimos se reducirían drásticamente si se dejase de fumar.
En el tercer grupo de causas de muerte en la provincia, se sitúan las enfermedades del sistema respiratorio, que en 2006 ocasionaron 541 fallecimientos, sobre todo por neumonía y dolencias crónicas de las vías respiratorias inferiores.
La principal causa de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, ya que provocaron 1.718 fallecimientos en 2006, cuando se registraron 4.671 defunciones, según los mismos datos. Los tumores son la segunda causa (1.244) y las enfermedades del sistema respiratorio (541), la tercera.
Debido también al envejecimiento poblacional, Ourense registra una de las tasas de natalidad más bajas de España (del 6,16 por mil), con 2.039 nacimientos, sólo por detrás de Lugo (5,86 por mil) y Zamora (6,09). El resultado de esta situación es un saldo vegetativo negativo de -2.632 habitantes, por detrás de Lugo (-2.830) y por delante de A Coruña (-2.418) y Pontevedra (-117). Esta última es, precisamente, la provincia gallega que menor tasa de mortalidad tiene (9,09 por mil), así como la que mayor tasa de natalidad registra (8,97 por mil). Y es que son, precisamente, los municipios costeros los que mayor capacidad de generación de empleo tienen y por lo tanto los que muestran un mayor crecimiento vegetativo.
De ahí que de los 11.149 matrimonios habidos en Galicia en 2006, la mayor parte correspondiesen a A Coruña, con 4.813, y a Pontevedra, con 4.066. Sin embargo, Ourense y Lugo se quedaron en 1.151 y 1.119, respectivamente, debido a la falta de relevo generacional.
Por comunidades, las estadísticas del INE sitúan al Principado de Asturias a la cabeza en mortalidad, con una tasa del 11,67 por mil, seguida de Galicia, con un 10,80 por mil, Castilla y León (10,54) y Aragón (10,26).
Por provincias, por detrás de Ourense y Lugo, con un 13,97 por mil, están Soria (12,67), Zamora (12,49) y Avila (12,42). En el lado opuesto figura Las Palmas, con 6,06, así como Mellilla, Ceuta, Madrid, Santa Cruz de Tenerife y Almería (ninguna llega al 7 por mil).
La edad, primer factor de riesgo
Las patologías cerebrovasculares, el infarto agudo de miocardio y otras enfermedades isquémicas del corazón, así como la insuficiencia cardíaca son los principales factores que provocan la muerte en la provincia (ocasionaron 1,718 defunciones, según el INE). Además, en estos casos la mortalidad está directamente relacionada con el envejecimiento poblacional. Así lo sostiene el cardiólogo del Complexo Hospitalario de Ourense Manuel Pérez.
Según este especialista, las personas en la provincia se mueren, sobre todo, a causa de infartos de miocardio, de enfermedades cerebrovasculares y otras complicaciones, sobre todo, hipertensión, diabetes y colesterol, patologías relacionadas todas ellas con la edad, aunque sostiene que el ejercicio, una dieta saludable y no fumar ayudan a prevenirlas. Tumores La segunda causa de fallecimiento son los tumores (ocasionaron 1.244 muertes) y los más prevalentes en la provincia siguen siendo el cáncer de colon rectal, de pulmón, sobre todo en hombres, y de mama, mayoritariamente en mujeres. Según el jefe del Servicio de Oncología del CHOU, Jesús García Mata, en este hospital se diagnostican al año 220, 160 y 180 nuevos casos, respectivamente. Además, en mujeres entre 34 y 50 años el cáncer de mama es la primera causa de muerte.
Jesús García Mata añade que la mortalidad en cáncer de colon rectal y de mama es menor que la incidencia, porque cada vez se diagnostican más precozmente y los tratamientos son más eficaces. No ocurre lo mismo en el caso de los tumores de pulmón, pues la diferencia entre la incidencia y la mortalidad es menor, aunque hace hincapié en que estos últimos se reducirían drásticamente si se dejase de fumar.
En el tercer grupo de causas de muerte en la provincia, se sitúan las enfermedades del sistema respiratorio, que en 2006 ocasionaron 541 fallecimientos, sobre todo por neumonía y dolencias crónicas de las vías respiratorias inferiores.
