La fuerte sequía que asola a gran parte del sur y este del país esquiva a Galicia, el territorio con más agua almacenada (80% de su capacidad total), y a Ourense, que afronta la primavera con más reservas hídricas que los últimos años, un 76%. La provincia camina en dirección contraria a la que se vive en Cataluña, y especialmente en Barcelona (con un 16% de ocupación de los embalses) o provincias del sur como Córdoba o Almería, que apenas superan el 12% de llenado de sus presas. En Ourense, con un 76,1%, las reservas hídricas están 30 puntos porcentuales por encima del año pasado al inicio de la primavera (entonces estaban al 46%). Y también están más llenos que la media histórica, marcada en un 75%.
En el conjunto de España, el agua embalsada supone el 51,5% de la capacidad total, muy por detrás de los datos de Ourense y de Galicia. La situación a nivel nacional es preocupante, pues es bastante similar a la vivida la pasada primavera, cuando a estas alturas había un 47% de agua embalsada. Por ello, en algunos territorios ya están empezando a barajar medidas para controlar el consumo.
Gran parte del sur y oeste de Europa está viendo cómo se agudiza la sequía por anomalías sustanciales en la humedad del suelo debido a un invierno excepcionalmente seco y cálido, segundo más cálido en los registros. Según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, entre diciembre de 2022 y febrero de 2023, la temperatura promedio estuvo 1,4 grados por encima del promedio de 1991-2020.
