Un total de 98 hectáreas de la provincia se beneficiarán de una ayuda de la Consellería de Medio Rural en el marco del apoyo a la reestructuración y reconversión de la viña. Así lo publicaba ayer el Diario Oficial de Galicia, donde se contemplan un total de 196 beneficiarios en Galicia, que recibirán un importe global de 2.612.414,46 euros destinados a operaciones encaminadas a la reimplantación de viñedo, a la reconversión o a la mejora de las técnicas.
La superficie de viñedo en la que se va a actuar en la provincia es de 98 hectáreas de un total en toda la comunidad autónoma de 250 hectáreas. Por zonas vitivinícolas, la denominación de origen ourensana que más beneficiarios contempla es Monterrei, con 46 personas. Siguiendo a esta, la DO Valdeorras, que tiene 34 beneficiarios; la DO Ribeiro, que cuenta con 28 viticultores, y en la DO Ribeira Sacra se favorecerán nueve personas.
El pasado año, Monterrei contó con 22 beneficiarios, Valdeorras con 29, Ribeiro con 25 y Ribeira Sacra con 16. Y en el 2016, los beneficiarios en Monterrei fueron tan solo cuatro, en Valdeorras 15, en Ribeiro seis y en Ribeira Sacra nueve. Esto muestra un incremento importante de las ayudas, especialmente en Monterrei, que presenta la cifra más elevada de beneficiarios desde el 2016.
"Crecer paulatinamente"
Lara Da Silva, presidenta de la DO Monterrei, celebra la noticia y destaca que “estas axudas son fundamentais, pois están supondo un crecemento paulatino. Cando eu comecei no 2017 había 580 hectáreas, agora temos 632 hectáreas”. Eso sí, la presidenta defiende un modelo de crecimiento “con sentidiño”. “Dentro deste marco, que ademais é unha cuestión na que o conselleiro de Medio Rural está moi concienciado, é bastante interesante que existan unhas pautas de reestruturación para aquela xente que quere seguir apostando polo noso medio rural”, destaca Da Silva, quien ve en los 46 beneficiarios de Monterrei, “unha aposta polo futuro do sector primario e da nosa denominación”.
Siguiendo a esta, en Valdeorras también aplauden las ayudas a sus 34 beneficiarios. José Luis García Pando, presidente del Consello Regulador de la DO Valdeorras, apuntó que el 90 % de las plantaciones que se están llevando a cabo en los viñedos valdeorreses son de la variedad de uva godello. La fama adquirida por este tipo de caldos es un factor determinante a la hora de inclinar a los productores a apostar por esta variedad blanca, como confirmó el máximo responsable del órgano vitivinícola, afirmando que, “de momento, a saída do godello vai razoablemente ben”.
Desde la D. O. Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez González, su presidente, indicó que las nuevas plantaciones son fundamentalmente de la variedad tinta mencía. En términos porcentuales, la cuantificó en torno al 80 % del total su presencia en los viñedos. Pero la superficie de viñedo apenas registró variaciones en los últimos años. El portavoz del Consello Regulador atribuye esta circunstancia a “un caso único en Galicia. A metade do viñedo está dedicado ao autoconsumo, polo que só a metade do viño sae para o mercado”.
Ya en O Ribeiro, Juan Manuel Casares, presidente de la DO Ribeiro, apoya estas ayudas: “Isto supón reestruturar o viñedo e impulsar a plantación, que o fin de contas é o que dá un valor engadido ao produto. Todo o que sexa beneficiario para o sector vitivinícola, é no que estamos inmersos todos”, subraya.
Objetivos
Con este paquete de ayudas, la Administración gallega busca realizar reajustes estructurales que hagan disminuir los sobrecostes de producción de las explotaciones vitivinícolas, donde predomina, a día de hoy, el minifundio. Con esta medida se consigue la mejora de las técnicas de gestión de las viñas y reconversiones para optimizar su orientación al mercado adaptando las producciones a la demanda, a la vez que se preservan las variedades viníferas autóctonas de Galicia. “Así, aprovéitase a elevada calidade diferenciada da uva como vantaxe competitiva nun mercado cada vez máis globalizado”, destacan desde la Consellería de Medio Rural.
Así mismo, a través de este dinero se aumenta el grado de profesionalización, a la par que se potencia la remuda generacional y un desarrollo rural socialmente viable facilitando el acceso a las explotaciones de las personas viticultoras jóvenes y capacitadas, en particular de mujeres viticultoras.
