Coronavirus en Ourense | El paciente más joven de la UCI en la quinta ola: 24 años

Una sanitaria atiende a un paciente covid en el CHUO durante la tercera ola.
photo_camera Una sanitaria atiende a un paciente covid en el CHUO durante la tercera ola. (FOTO: BRAIS LORENZO)
El perfil de los ingresados covid requiere estancias más cortas en esta etapa de la pandemia

La UCI alcanzó este lunes su pico de la quinta ola con seis personas hospitalizadas, con una edad media “baixa”, según apuntó el gerente del área sanitaria, Félix Rubial. El paciente más joven es una persona de 24 años que sufre las complicaciones de la infección, a la que se le suman otras cinco de diferentes años hasta los 75, el ingreso más envejecido. Rubial reconoce que la evolución en críticos “non é favorable” y no descarta que en los próximos días “haxa un incremento na hospitalización intensiva”

Este pico está lejos de las cifras en otras olas, en las que se llegó a la veintena de personas en UCI, pero sí cuenta con otro tipo de pacientes más jóvenes. Esto ocurre también en planta, por lo que el personal sanitario se ha topado con perfiles diferentes en esta ola. “Antes la mayor parte de los ingresados tenían más de 50 años, ahora más de la mitad no superan esa edad, por lo que la evolución clínica no es la misma”, explica Loli Díaz, especialista de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del CHUO. 

La variante delta y su explosión en el país dio paso a esta quinta ola, que apareció de forma “brusca” por diversos factores. “La relajación de algunas medidas, el movimiento de la población en verano, el aumento de las reuniones sociales sumado a que es una variante más contagiosa, provocaron esta eclosión de casos”, señala África González, catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo. La especialista, al igual que la doctora Díaz, destaca la capacidad de transmisión de la delta, “más del doble que la británica”, lo que ha ayudado a que sea la predominante en Galicia y España. La directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, señalaba hace pocos días que el 66% de los casos en circulación se corresponden con esta variante, conocida anteriormente como india. 

Pese a ser una nueva mutación del virus, el paciente que llega al hospital lo hace con el “mismo tipo de infección” y clínicamente la delta se comporta como otras variantes previas. Lo que ha cambiado es la población en la que incide, especialmente personas sin vacunar. “La evolución es diferente en los más jóvenes y reaccionan mejor al tratamiento, por eso las estancias hospitalarias se han acortado”, reconoce Díaz.  La especialista habla de “tres o cuatro” días en planta y en torno a “una semana” en UCI, exceptuando casos en los que puedan surgir complicaciones ajenas a la propia infección. “Estos ingresos más cortos han permitido que no se acumulen los pacientes ingresados y, junto con la vacunación, ayudan a que no tengamos que atender a 80 o 90 personas”, destaca.

Menor pérdida de olfato

África González detalla los síntomas de la variante delta, que se presenta con fiebre, dolor de cabeza y de garganta o con secreción nasal, pero con “menor proporción de pérdida de olfato”. La inmunóloga reconoce que “no son muy diferentes de otras variantes” porque hay diferencias entre unas personas y otras. Loli Díaz, desde el CHUO, también explica que los pacientes que ingresan en la quinta ola lo siguen haciendo “con neumonía o insuficiencia respiratoria”, como en otras etapas de la pandemia.

La alta carga viral facilita el contagio en vacunados

Los contagios entre vacunados también se han incrementado, pero han reducido las complicaciones entre esas personas que han dado positivo. “La vacunación es eficaz, pero cuando hay mucha transmisión del virus, no previene del mismo modo. Lo que sí está claro es que la mayoría de los vacunados pasan la enfermedad de forma leve en su casa”, señala Loli Díaz. La especialista en Infecciosas recuerda que “previene de la enfermedad grave, aunque se pueden dar casos puntualmente”. Además, reconoce que esta quinta ola no fue “horrible” gracias a que prácticamente toda la población de riesgo está vacunada.

La inmunóloga África González también apunta que, en una ola como esta con un “gran número de contagios”, es “lógico” que los contagios aumenten entre vacunados: “Las vacunas previenen de la enfermedad, de sus secuelas y de la muerte, pero no evitan que una persona se contagie”. Ante una variante como la que circula actualmente, más contagiosa, los niveles de carga viral se elevaron y favorece a que “sea más fácil la transmisión del virus” entre los inoculados. 

Inmunidad del rebaño al 90%

El umbral de la inmunidad de rebaño fijado al inicio de la vacunación era del 70%, una cifra ya insuficiente. “La ratio de contagio de las nuevas variantes es superior a la inicial, por lo que no sería posible conseguir una inmunidad ‘comunitaria’ con ese porcentaje”, explica González. La inmunóloga sitúa ese momento cuando la “mayor parte” de la población se vacune o haya pasado la infección “porque el sistema inmunitario es capaz de recordar, madurar y mejorar ante nuevas variantes”. 

“El virus ha venido para quedarse, seguiremos con contagios, pero lo importante es que se produzcan de forma muy leve”, indica. Para que eso sea posible, todos los países deberán avanzar en la vacunación de su población, algo que está ocurriendo de forma muy dispar: “Hay territorios donde ni el 1% de su población está vacunada”, reconoce, por lo que se necesita un impulso global.

Te puede interesar