Los vecinos de Palmés viven este año con un poco menos de ilusión sus fiestas, que arrancan hoy, debido al mal estado de los espacios públicos, en los que, afirman, hace dos años que no se realizan las pertinentes tareas de desbroce y limpieza. Una de las actividades principales de la festividad es el pasacalles musical, que en esta ocasión se ve amenazado por la maleza que inunda las aceras de la localidad.
“Á xente maior gústalle máis o pasarrúas que a verbena, pero non teñen onde sentarse, porque os bancos están cheos de ortigas e silvas. Porémoslles unhas cadeiras para que se poidan sentar na rúa”, aseguró el presidente de la Asociación de Vecinos de Palmés, Eladio Fernández, quien hace un mes envió al concello un escrito urgiendo la limpieza y desbroce, al que todavía no recibió respuesta. La única acción que las autoridades realizaron fue “limpar 100 metros xunto ó campo da festa e nada máis”.
Fernández asegura que esta situación no es nueva, ya que “leva dous anos prácticamente así, desde que foi o tema da pandemia”. “O ano pasado pasaron cos tractores limpando un pouco as cunetas e aplastando os fentos, e este ano volveron pasar co tractor hai dous meses”, agregó.
Los parques se encuentran inutilizados, devorados por las ortigas, y los vecinos ya ni se plantean usarlos. Lo que sí hacen, los que pueden, es desbrozar en las inmediaciones de sus propiedades, ante la inacción de las autoridades.
El presidente de la asociación vecinal se mostró preocupado también por la oleada de incendios. “Se agora nas festas un coche aparca nunha zona chea de herba seca pode plantar lume co tubo de escape moi fácil”, aseguró.
