Palomas, el enemigo público de las comunidades de vecinos

15/jul./21 - 05:40 Actualizado: 16/jul./21 - 09:00

Aseguran que sus excrementos están causando grandes sobrecostes para mantener los edificios

Uno de los puntos más recurrentes en las reuniones de las comunidades de vecinos de la ciudad es la necesidad de contratar nuevas operaciones de limpieza para contrarrestrar la suciedad provocada por las palomas, provocando sobrecostes a menudo difíciles de asumir para las comunidades.

El ourensano Jesús Iglesias, vocal del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga), asegura que “en Ourense tenemos una elevada incidencia de desperfectos causados por palomas en diferentes barrios, como el Casco Vello, la zona de los jardines del Posío, en O Couto, A Ponte… Incluso en el parque de San Lázaro he visto a gente patinando con excrementos”, enumera, considerando además que “debería haber una mayor implicación por parte del Concello para solucionar estos problemas, ya que los propietarios no tienen permitido tocar los nidos”.

Matiza además el agente de la propiedad que “las intervenciones de limpieza tienen unos costes elevadísimos. Los propietarios se quejan por ello, cuando además algunas comunidades ya se han visto obligadas a intervenir varias veces en este periodo estival. Y, si por una limpieza estándar te cobraban 500 euros, al incluir la eliminación de restos de palomas se duplica o triplica el precio, porque no consiste en un simple chorreo de agua, se necesitan unos productos muy determinados. Si no hacemos nada, este problema se va a multiplicar en un corto periodo de tiempo”.

Aunque menos, también hacen su aparición las gaviotas, que además son violentas. Iglesias vio con sus propios ojos cómo, durante una intervención en A Carballeira, “atacaban a los operarios como si fueran planeadoras”. Añade además el vocal de Coafga que al llegar el verano los roedores salen a buscar comida invadiendo espacios comunes o las propias viviendas y se convierten en “un problema muy importante” en los alrededores del río Barbaña, y también en A Ponte y el Casco Vello. Otros puntos críticos, en lo que respecta a los roedores, son los solares abandonados de la avenida de Portugal, ya que la falta de higiene y la presencia de basura fomenta su aparición, el parque de rúa Concejo o el barrio de Vistahermosa, que arrastra esta problemática desde hace años a la espera de alguna actuación.

Juan Carlos Solveira, jefe de servicio en la empresa concesionaria de la limpieza en la ciudad, Ecourense, donde prestan servicio dos centenares de trabajadores, apela a la responsabilidad social y a no alimentar a las aves, lo cual provoca la formación de colonias y la multiplicación de ejemplares en el lugar. Solveira añade que reciben llamadas puntuales para mitigar la suciedad de las aceras. “Donde les dan de comer, sobre todo en las calles Valle Inclán, Habana y Bedoya, se acumulan los animales”, precisa. Intervienen cada mañana a primera hora para eliminar los residuos.

Desde el Concello explican que, para erradicar este tipo de problemáticas relacionadas con residuos animales y plagas, llevan a cabo tres campañas anuales, en los meses de mayo, julio y septiembre, con 20 horas semanales repartidas en tres días. Y el resto del año opera dos días por semana un solo trabajador. No obstante, aseguran no haber recibido llamadas significativas en lo que respecta a excrementos de paloma.

A nivel gallego, desde Coafga han puesto la voz de alarma, ya que aseguran que los restos fecales de las palomas están dificultando el alquiler de inmuebles. Explican que sus clientes “se ven obligados a caminar entre excrementos corrosivos que sus hijos llevan al colegio en los zapatos, portando parásitos y hongos que pueden perjudicar a la salud”.