La peor parte de la pandemia de coronavirus parece ya pertenecer al pasado, y ahora es tiempo para medir las consecuencias que dejó en los tejidos económico y social. Según los datos que la Agencia Tributaria publica sobre el Impuesto de Sociedades, las compañías de la provincia se dejaron un 78% de sus beneficios en 2020, en relación a los que cosecharon un año anterior.
Durante el año anterior a la llegada de la pandemia, las 10.853 compañías que se sometieron al tributo en la compañía declararon unos beneficios conjuntos de 204,3 millones de euros, que se redujeron hasta los 42,2 millones declarados durante 2020. El número de empresas no se redujo en una cantidad considerable, ya que durante el ejercicio fueron 10.839 los negocios afectados por el impuesto.
La decana del Colegio de Economistas de Ourense, Carmen Sampayo, constata que “respecto ao 2019 observamos un leve descenso no número de empresas que presentaron o imposto sobre sociedades correspondente ao exercicio 2020”, que además vino acompañado de “un considerable descenso no resultado contable da empresa, que se obtén da diferenza entre ingresos e gastos deducibles”. Según su criterio, esta bajada se debe a la “situación económica motivada pola pandemia, na que un número elevado de entidades cesaron total ou parciamente a súa actividade nun período máis o menos amplo”.
A pesar de todo, se muestra optimista ante la posibilidad de revertir esta tendencia en los ejercicios posteriores a la pandemia. “Temos a confianza en que as estadísticas do 2021 sexan mellores tanto pola recuperación da actividade como da imputación aos resultados das axudas outorgadas polas administracións públicas”, consideró. Además del resultado contable de las compañías, Sampayo considera imprescindible poner el foco en otros aspectos. “Tan importante nunha empresa é a solvencia económica como o resultado. Hai que diferenciar situacións puntuais de perdas contables de situacións de insolvencia que, de non ser correxidas a tempo, poden derivar en situacións de morosidade e concursais”, manifestó. Durante el año de la pandemia, el 57% de las empresas ourensanas declaró pérdidas, que entre todas ascienden a un total de 239 millone de euros. En este sentido también se notó el efecto de la pandemia, ya que en 2019 un 52% de las compañías no consiguió obtener beneficios, con unas pérdidas conjuntas por valor de 149,6 millones.
Lo que aumentó ligeramente en 2020 con respecto al ejercicio anterior es el valor del inmovilizado material de las compañías, aquel que se refiere al patrimonio de las empresas que no está destinado a comerciar directamente con ellos. El valor de estos activos pasó, en el conjunto de las empresas, de los 2.586 millones de 2019 a los 2.884 millones del ejercicio siguiente.
En lo que respecta al resto de provincias gallegas, todas mejoran la situación ourensana, aunque con leves diferencias. La mejor parada en 2020 fue Lugo, ya que fue la única en la que la mayoría de las empresas alcanzaron beneficios, una situación que afectó al 52% de los negocios lucenses. Las otras dos provincias también presentaron pérdidas mayoritarias, aunque en una proporción inferior a la ourensana. En A Coruña, un 52% de las empresas cerraron el año en cifras negativas, mientras que en Pontevedra fue un 53%. En lo que respecta a la pérdida de beneficios, Ourense también es la peor parada, y la única que se acerca es A Coruña.
La industria ourensana se dejó más de 100 millones de euros
Uno de los sectores que más sufrió con la pandemia fue la industria, que tuvo que afrontar los cierres temporales y parones sin posibilidad de trasladar el teletrabajo a su actividad. El resultado de este proceso fue devastador para la provincia, ya que las empresas industriales pasaron de tener un beneficio conjunto de 93 millones en 2019 a unas pérdidas por valor de 9 millones en 2020.
Otro sector que se dejó la totalidad, y más, de sus beneficios fue el de la construcción, ya que las compañías ourensanas que se dedican a esta actividad sumaron en 2019 un total de 14 millones de euros de beneficios, que pasaron a ser 17 millones de pérdidas en 2020.
La agricultura consiguió mantener su músculo con pocas variaciones, ya que en el año anterior a la pandemia generó unos beneficios conjuntos de 13,7 millones de euros, que el año posterior, con pandemia de por medio, pasaron a ser 13,1 millones.
También cayó considerablemente la actividad de servicios a empresas, un sector que aportó a las arcas de la provincia un total de 48 millones en concepto de beneficios, que se redujeron hasta los 35 millones de 2020. Los servicios personales y de ocio empeoraron su situación, que reportó pérdidas de 940.000 euros en 2019 que se agravaron hasta los 12,2 millones perdidos con la pandemia. Uno de los resultados más sorprendentes del Impuesto de Sociedades corresponde al comercio, que aumentó sus beneficios, pasando de los 18,3 millones de euros a los 31,7 millones de 2020.
