Cerca de 7.000 personas acudieron ayer al recinto ferial de Expourense para disfrutar del plato fuerte de las Festas del Corpus, el concierto de un incombustible Miguel Bosé, que encendió el deseo en una noche muy calurosa dentro de la gira Papi Tour de su último disco.
Con un buenas noches Ourense y abrocharos el cinturón, que vamos a viajar, y con los gritos de cerca de 7.000 personas como fondo se desarrolló ayer en Expourense el concierto de Miguel Bosé, plato fuerte de las Festas de Ourense, quien llevó al escenario toda la energía que ha caracterizado las más de 20 citas de la gira Papi Tour, con la que el artista celebra sus 30 años de trayectoria musical.
Vestido completamente de negro y con su típica barba de maduro seductor, Miguel Bosé salió al escenario para deleitar los sentidos del público ourensano con sus temas más populares, comenzando por Amante bandido y pasando por grandes éxitos como Sevilla, Los chicos no lloran, Nena, Linda, Como un lobo o Nada Particular.
Jóvenes de distintos puntos de la provincia se trasladaron a la ciudad para ser parte del evento musical del Corpus. Fue el caso de un centenar de fans, procedentes de Xinzo de Limia, en su mayoría mujeres, quienes organizaron una excursión para expresar su cariño al cantautor. Incluso su vestimenta iba acorde para la ocasión, vestidas de negro y con un abanico en sus manos, prenda especial para Bosé, no pararon de lanzar piropos al cantante de 52 años.
En actuaciones anteriores, el cantante estuvo acompañado por otros artistas como Alaska, Laura Pausini, Mikel Erentxun, Bimba Bosé e incluso Sergi Arola. Sin embargo, ninguno de ellos se presentó en la cita ourensana, dejando a más de alguno con mal sabor de boca por la escasa sorpresa de los invitados que participaron con Bosé en la elaboración de su último disco, Papito.
La acústica del recinto ferial de Expourense fue bastante aceptable, pese a los problemas en la parte más lejana al escenario, gracias a las plataformas de aislamiento sonoro que colocó la compañía productora y promotora del artista.
Vestido completamente de negro y con su típica barba de maduro seductor, Miguel Bosé salió al escenario para deleitar los sentidos del público ourensano con sus temas más populares, comenzando por Amante bandido y pasando por grandes éxitos como Sevilla, Los chicos no lloran, Nena, Linda, Como un lobo o Nada Particular.
Jóvenes de distintos puntos de la provincia se trasladaron a la ciudad para ser parte del evento musical del Corpus. Fue el caso de un centenar de fans, procedentes de Xinzo de Limia, en su mayoría mujeres, quienes organizaron una excursión para expresar su cariño al cantautor. Incluso su vestimenta iba acorde para la ocasión, vestidas de negro y con un abanico en sus manos, prenda especial para Bosé, no pararon de lanzar piropos al cantante de 52 años.
En actuaciones anteriores, el cantante estuvo acompañado por otros artistas como Alaska, Laura Pausini, Mikel Erentxun, Bimba Bosé e incluso Sergi Arola. Sin embargo, ninguno de ellos se presentó en la cita ourensana, dejando a más de alguno con mal sabor de boca por la escasa sorpresa de los invitados que participaron con Bosé en la elaboración de su último disco, Papito.
La acústica del recinto ferial de Expourense fue bastante aceptable, pese a los problemas en la parte más lejana al escenario, gracias a las plataformas de aislamiento sonoro que colocó la compañía productora y promotora del artista.
