SEQUÍA

Parques y jardines, primeras víctimas del aviso por sequía

Los concellos restringen los riegos municipales tras la declaración de la alerta, para evitar cortes

Los concellos de la provincia ya han tomado las primeras medidas tras la activación de la alerta por sequía por parte de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS). El Concello de Ourense  aplica desde ayer las restricciones en el riego o el baldeo nocturno, y algunas de estas medidas ya están siendo tomadas por otros municipios.

El Concello de O Carballiño restringirá el riego de los jardines municipales y el baldeo de las calles,  y demanda de la población la "minoración do consumo de auga potable para lavado de coches ou o rego de xardíns e cultivos". Además, siguiendo la estela de Ourense, también se bajará la presión nocturna en la red urbana, ante "a grave situación de alerta pola seca", según el alcalde, Francisco Fumega. 

En Ribadavia, el alcalde emitirá hoy un bando para fomentar el ahorro de agua, con medidas similares a las propuestas por otros concellos. Ignacio Gómez advierte de que si sigue sin llover, "en 15 días haberá que facer cortes". 

En Coles, también han cortado el riego de los parques públicos, una medida similar a la del Concello de Pereiro. En este último, destacan que los técnicos de Viaqua están haciendo una "vixilancia continua" para detectar fugas, algo que les está resultando productivo. "Pérdese máis nunha fuga non atopada a tempo que en todo o que malgaste unha persoa enteira nun ano", señala Manuel Doval, teniente de alcalde. En Barbadás, en agosto se redujo el riego "ao mínimo", según el teniente de alcalde, Xosé Manoel Fírvida y los baldeos de calles solo se realizan "en caso de necesidade". 

En la zona de A Limia, el alcalde  de Sandiás, Felipe Traveso, advertía esta semana a los vecinos que el agua de la traída se empleará "exclusivamente para o consumo humano", evitando el riego de jardines o huertas. 

En Valdeorras, los concellos trabajan a destajo para evitar el desabastecimiento. A Rúa y Petín, que comparten la traída mediante una mancomunidad, montaron una captación en el embalse de Santoalla, en apoyo de los manantiales. Tras la aprobación de la CHMS, Vilamartín va a montar una captación en el río Farelos para abastecer a Valdegodos y Arcos, ya que la actual está seca. Trives, San Xoán de Río y Viana transportan camiones cisterna a quienes lo piden.

 En O Barco, se solicitó un consumo responsable en núcleos como Vilariño, y Manzaneda ya ha transportado agua a las explotaciones ganaderas que lo han solicitado, para abrevar al ganado,que en el oriente está sufriendo duramente las consecuencias de la sequía, sobre todo desde septiembre. 

En Rubiá, sufrieron durante el verano corte nocturnos de agua, aunque recientemente ya recuperaron el suministro. 

Los embalses de la Miño-Sil, los segundos más bajos del norte peninsular

 Este año 2017 se ha convertido en esta semana en el año más seco en lo que va de siglo y el quinto con menos agua en los embalses desde 1990, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. 

En la actualidad, los embalses de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil están al 41,5% e su capacidad, ligeramente por encima de la media española, que se sitúa en el 38,31%, una cifra no conocida en este siglo a estas alturas y que solo ha sido menor en otras cuatro ocasiones desde 1990. En concreto, el año con menos agua en los embalses en esta época fue 1995, con el 25,89%; en segundo lugar, 1994, con un 33,4%; 1993, con el 36,64 por ciento y 1992, con los embalses al 37,62 %.

 La cuenca del Miño-Sil es la segunda con los embalses más bajos, tras el Duero, que está al 40,5%. Las cuencas que están en peor situación son las del Segura, al 14,20%, el Júcar, al 25,59% y el Duero, al 31,5%. 

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