La estructura, serpenteante, medirá 110 metros de longitud y sus dos mástiles superan los 45 metros

Una pasarela en Oira permitirá completar el paseo peatonal de 18 kilómetros por el Miño

Una nueva pasarela sobre el Miño completará a la altura de Oira el circuito de 18 kilómetros por las riberas del río, de forma que no habrá que salir de sus paseos y senderos para disfrutar y hacer ejercicio en este espacio verde, termal y de ocio. La Concejalía de Medio Ambiente, que dirige Demetrio Espinosa, seleccionó ya el modelo del puente peatonal, una pasarela atirantada proyectada por Tragsatec. La estructura, en perfecta sintonía con la pasarela del Loña, será el contrapunto a la de Outariz.
Un tablero sostenido de dos mástiles por medio de tirantes inclinados de cable de acero. Así será la pasarela peatonal que el Concello construirá sobre el río Miño, a la altura de Oira, para cerrar el circuito de 18 kilómetros de longitud que une las dos riberas del río a su paso por la ciudad y que contiene en su trayecto las áreas termales de A Chavasqueira, Muiño das Veigas y Outariz.

Un trabajo de la empresa Tragsatec fue el elegido por la Concejalía de Medio Ambiente, que dirige Demetrio Espinosa, que ahora deberá sacar a concurso la construcción de la estructura que, señala el alcalde, Francisco Rodríguez, está perfectamente coordinada con la ya construida para salvar el cauce del Loña.

La nueva pasarela estará ubicada entre la rotonda de la N-120 y las inmediaciones del campo de fútbol de Oira y su distancia entre las cimentaciones de los mástiles será de 110 metros, algo más de los que mide el río en ese tramo. De ese modo, salva el cauce sin elementos intermedios, y se man tiene en la cota 106.70, de modo que se mantenga el tablero con un resguardo de al menos un metro respecto de la avenida de los 500 años.

La pasarela ofrece un trazado serpenteante y sus mástiles, dos, tienen una altura de 40,70 metros, inclinados 26 grados respecto a la vertical, de modo que su longitud total supera los 45 metros.

Madera y acero

El pavimento de la estructura será de madera y las barandillas de paneles de vidrio sostenidos por montantes de acero inoxidable, coronados por un pasamanos también de acero. La obra, una vez ejecutada, servirá de contrapunto a la de Outariz, nueve kilómetros más abajo.

No será esta estructura la única de tirantes con la que cuenta el Concello, que añade a ese modelo, salvando las distancias, el Puente del Milenio y la pasarela del Loña. Será, asimismo, la tercera pasarela peatonal sobre este río, con la de Outariz y Ponte Vella, y la novena estructura que atraviesa el cauce del Miño, entre puentes y pasos destinados al uso de los peatones.


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