Las 18 piezas de papel origami que llegaron cuidadosamente a Ourense desde Brasil forman el pesebre más especial de este año en la exposición de Belenes del Mundo del Obispado. Joaquín Gómez, misionero ourensano fallecido en 2020, es el responsable del belén más original de la muestra, que se exhibe hasta el 7 de enero en la sede episcopal. “Chegou fai moito tempo, incluso viña nunha caixiña moi coidadosa no autobús. É unha homenaxe a ese misioneiro, son persoas que deixan a súa alma neses mundos”, contaba este viernes Alberto Diéguez, el delegado de misiones. Aunque los pesebres son ya una tradición, cada Navidad hay novedades: al sentido recuerdo al compañero fallecido, se une una pieza exclusiva del famoso Belén de Baltar que se alberga en la praza de San Cosme.
Una familia de Celanova, que prefiere permanecer en el anonimato, fue quien donó un original pesebre del Belén de Baltar a la muestra del Obispado. “Ten a peculiaridade de que é único, con rasgos galegos e sendo unha soa peza, non hai que ir montándoo. Aparece o misterio de Nadal, a virxe e o neno e un neno máis, curioseando no pesebre”, explica el delegado de misiones.
La tercera obra llamativa de esta edición es un belén de ébano, procedente de Etiopía. Una maestra ourensana, que pidió seis meses de excedencia para ir a África, está detrás de las elegantes figuras.
El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, bendijo la exposición, en la que participaron cantando niños del colegio Franciscanas. Además de estas novedades, en 2021 optaron por un enfoque geográfico, organizando la muestra por continentes.
