El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, acorralado por la justicia como investigado tras una querella de la fiscalía por presunta malversación de caudales públicos, está dispuesto a desprenderse de las siglas de Democracia Ourensana para tratar de prolongar su vida a costa del erario público. Consciente de que detrás de esas siglas no hay más que un proyecto “vacío” y no un partido político -no se le conocen afiliados ni actividad-, su anuncio reciente de concurrir a las próximas Elecciones Generales para tratar de emular el fenómeno de Teruel Existe se ha topado con un portazo de la plataforma de la España Vaciada, que está tratando de armar candidaturas en diferentes provincias con el objetivo de tener un paraguas con el que tener representación amplia y formar grupo parlamentario.
A esa ola ha querido subirse Jácome, dispuesto a renunciar a sus siglas, consciente de la devaluación que sufren. El regidor se ha ofrecido para liderar un proyecto en Ourense dentro de esa plataforma que defiende mejores condiciones para los territorios que sufren la despoblación y el envejecimiento y la respuesta que ha recibido ha sido rotunda, conscientes en la España Vaciada de la rémora que supondría contar en su iniciativa con un protagonista como Jácome.
El impulsor de DO trata además de atribuirse la defensa de los postulados de esta plataforma cuando en todo momento no ha tenido reparos en reconocer, incluso en sus intervenciones en la Diputación provincial, que su proyecto es meramente urbano y que desconoce las particularidades y necesidades del rural ourensano. Así, sus candidaturas en los diferentes procesos electorales se concentran siempre en la ciudad y su área de influencia, por meros cálculos electorales.
Apercibido por Interior por su partido “fantasma”, esta última maniobra de desprenderse de las siglas a la primera ocasión no hace más que evidenciar el proyecto “vacío” que presenta Gonzalo Pérez Jácome.
