La firma del DNI "no es idónea" para atribuirle la nota manuscrita hallada junto al cadáver de su esposa
Los peritos calígrafos de la Guardia Civil no han podido demostrar que la autoría de la letra de la nota manuscrita que apareció junto al cadáver de Isabel Fuentes (66 años), asesinada por su marido, Aniceto Rodríguez Caneiro (78 años), el 8 de mayo de 2015. La muestra enviada para cotejar -la firma del DNI del inculpado- , según concluye el peritaje, "no es idónea para poder comparar con la muestra dubitada" (la firma que aparece al final de la carta remitada por el Juzgado de Verín).
En esta prueba, pedida por la acusación particular que ejerce la familia de la víctima, hubo que recurrir a la rúbrica del Documento Nacional de Identidad dado la limitación de movimientos de las extremidades superiores que padece el investigado tras el ictus que sufrió después de acuchillar a su mujer en la habitación del CHUO en donde se recuperaba de una agresión previa.
La carta hallada en el escenario del crimen es una prueba que corrobora la intención del inculpado de matar a su mujer, alude al deseo del firmante de ser enterrado junto a la víctima, planteando la opción de "marchar xuntos". En ese documento, no reconoce que la agredió en la vivienda de Pazos -"Isabel, cariño, déronche un golpe moi grande (...)"- pero sí deja entrever el acuchillamiento: "Non te podo ver así como estás", expresando su deseo de que sean incinerados juntos. Asimismo, responsabiliza del desenlace a un vecino: "O Perreras tivo a culpa de todo por dicir á Guardia Civil todo o revés".
Para los expertos calígrafos, la firma que analizaron -una reproducción de la que obra en la ficha auxiliar del DNI- conlleva una serie de condicionantes: "La dificultad de seguir su idea de construcción, pérdida de trazos débiles, confusión en los cruces, impedimento del estudio microscópico de los gestos gráficos, carencia o dificultad en el estudio de diversos aspectos de la presión, interpretación de signos de indecisión y duda, así como la definición de los puntos de ataque y de salida". De hecho, concluyen que, "debido a la baja calidad y a la escasez de caracteres homólogos de la muestra, podemos afirmar que no es idónea para poder comparar con la muestra dubitada (nota manuscrita).
Deniegan entrar a Pazos
La jueza instructora denegó una entrada y registro en la vivienda familiar de Pazos en busca de otros documentos en los que apareciera la letra de Rodríguez Caneiro tal como reclamaba la acusación ante la imposibilidad del cotejo con la firma del DNI. No obstante, requirió al abogado del imputado por si en su poder tuviera algún documento previo firmado por su cliente. El letrado, Jorge Temes, no lo pudo aportar porque, según explica, Rodríguz contrató sus servicios tras su detención por el asesinato, cuando ya había sufrido el ictus.
La prueba caligráfica era una de las últimas diligencias previstas para dar por concluida la instrucción sumarial y que la jueza pueda dictar el auto de procesamiento.
El abogado de Rodríguez Caneiro también está pendiente de que los forenses acrediten en detalle el estado mental del investigado en el momento posterior y anterior al crimen para evaluar su salud mental. También pretendía que declarasen los médicos que lo atendieron en el CHUO tras ser hospitalizado por el accidente cerebrovascular, pero esa prueba fue denegada.
