La peripecia judicial de la Finca Santamarina continúa. Dos de los tres reversionistas (se prevé que el restante también lo hará) que reclaman los derechos de propiedad de alrededor de un 30% de la finca de Flager presentaron ayer en el Juzgado de Primera Instancia número 2 las respectivas tercerías de dominio de cara a la subasta de la finca prevista para el próximo 4 de mayo.
De esta forma, los particulares solicitan a la jueza que suspenda la subasta del 30% de cada una de las siete parcelas en las que se divide la finca de Flager hasta que se resuelva la demanda sobre la propiedad, la misma que mantiene las anotaciones preventivas en el Registro. Según el abogado de uno de los reversionistas, Alfonso Grande, 'en ningún momento pedimos que se suspenda la subasta, sino que queremos es que se reserven nuestros derechos de la misma manera que lo hace la medida cautelar (las anotaciones preventivas)'.
En cuanto a las negociaciones para llegar a un acuerdo con la inmobiliaria catalana que frene la subasta (que, a su vez, es fruto del embargo por no pagar Flager a otros reversionistas con los que había llegado a un acuerdo previo), Grande afirma que 'no podemos tener un acuerdo porque no nos fiamos, Flager ofrece vaguedades sin ningún tipo de garantías', negando que sea una 'cuestión de dinero', como considera la empresa.
Así las cosas, la jueza tiene ahora la última palabra sobre la celebración de la subasta.
En cuanto a las negociaciones para llegar a un acuerdo con la inmobiliaria catalana que frene la subasta (que, a su vez, es fruto del embargo por no pagar Flager a otros reversionistas con los que había llegado a un acuerdo previo), Grande afirma que 'no podemos tener un acuerdo porque no nos fiamos, Flager ofrece vaguedades sin ningún tipo de garantías', negando que sea una 'cuestión de dinero', como considera la empresa.
Así las cosas, la jueza tiene ahora la última palabra sobre la celebración de la subasta.
