VIOLENCIA MACHISTA

Alegan riesgo de fuga para no excarcelar a Aniceto Rodríguez

La acusación particular sostiene que finge en su estado de salud y que está mejor de lo que aparenta

Aniceto Rodríguez Caneiro (78 años), procesado por el asesinato de su esposa en el CHUO en mayo de 2015, apenas estuvo 10 minutos en la Audiencia provincial, el órgano jurisdiccional que le juzgará pero que antes debe decidir si amplía la prisión provisional al cumplirse los dos años de rigor. A puerta cerrada, su estancia en la sala de vistas apenas duró cinco minutos. Entró, escuchó y salió. La sala, tras ponderar los argumentos contrarios y a favor de su excarcelación en una comparecencia celebrada a puerta cerrada, notificará esta mañana su resolución. No se aguardan sorpresas.

El procesado llegó al Pazo de Xustiza de la plaza de Concepción Arenal en un furgón de la Guardia Civil. Hasta ahora, los desplazamientos habían sido en ambulancia debido a los problemas de movilidad que presenta el acusado tras el accidente cerebrovascular que sufrió tras autolesionarse después de asesinar a su mujer, Isabel Fuentes. Aunque ya camina con algo más de soltura, tanto agentes del Instituto Armado como policías nacional encargados de su custodia en el edificio tuvieron que ayudarlo a subir escaleras y caminar por la pérdida de fuerza en las extremidades derechas que le resta como secuela.

Cabizbajo y con su inseparable visera, Aniceto Rodríguez fue testigo mudo en la sala de vistas. Mientras que su abogado reclamó su excarcelación apelando a su delicado estado de salud, descartando el riesgo de fuga, tanto la fiscal como la acusación particular (la letrada que representa a la Xunta y al Sergas se adhirió) invocaron la posibilidad de que pudiera eludir la acción de la justicia en el caso de ser excarcelado. La elevada petición de pena (hasta 49 años de cárcel) y la ausencia de arraigo podría propiciar la fuga, según su tesis.

Desarraigo social
La más extensa en su argumentario fue la letrada que ejerce la acusación particular, Beatriz Seijo, para quien la capacidad económica del inculpado, su desarraigo social (en Pazos -Verín- su único vínculo familiar era la esposa a la que mató), y su tendencia psicológica a la elaboración de enrevesados planes desaconsejaban su puesta en libertad.

La letrada, tras abandonar la sala de vistas, recordó que los médicos determinaron que Aniceto Rodríguez Caneiro finge a la hora de presentarse más dañado de lo que realmente está. "Aunque físicamente tiene ciertos problemas de movilidad, desde un punto de vista cognitivo no tiene problemas que impidan comprender lo qué está haciendo", aseguró. Seijo ve perfectamente capaz al procesado de elaborar un plan de fuga en el que su primer paso sea fingir sobre su estado de salud y sus limitaciones. 
 

La vista oral llega dos años después del asesinato

La inminente celebración de la vista oral, tras concluir la instrucción, se celebrará a los dos años del trágico suceso que conmovió a la opinión pública. Rodríguez, según las acusaciones, intentó asesinar a su esposa el 2 de mayo de 2015 cuando la víctima veía la televisión en la casa de Pazos.  Posteriormente, con total libertad de acción, ejecutó su acción el 8 de mayo.

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