Piña aludió en su toma de posesión a la necesidad de tener en cuenta al ciudadano y adaptar la Justicia a los nuevos tiempos
El nuevo presidente de la Audiencia de Ourense, Antonio Piña Alonso (Tui, 1965), se comprometió ayer, en la toma de posesión como responsable del máximo órgano jurisdiccional de la provincia, a enarbolar "la bandera de la eficacia, transparencia y la modernidad" a lo largo de los próximos cinco años que durará su mandato. Arropado por su familia; la sala de gobierno del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia; el fiscal jefe gallego, Carlos Varela, autoridades de distintos ámbitos y compañeros de profesión, pronunció un emocionado discurso en el que aludió a la vocación de servicio a los ciudadanos que deben tener los jueces y la necesidad de dejar entrar luz en los lugares lúgubres en que, a su juicio, se convierten en ocasiones los tribunales de justicia.
En el acto solemne que tuvo lugar en la sala de vistas de la Audiencia, y al que concurrieron alrededor de 200 personas, Piña Alonso abogó por "cambiar el referente de la Justicia española, en torno al sabor a viejo, oscuridad e incluso temor" en aras de convertir ese servicio público en un elemento "útil" para el ciudadano "más allá de darle una mano de pintura".
"Tenemos que ser estrictos en la aplicación de la ley, como sólo cabe esperar de un juez, pero abiertos para lograr los estándares de calidad que se espera de un servicio público y, sobre todo, para ser una vía de respuesta a los problemas de los ciudadanos", sostuvo.
El presidente de la Audiencia, tal como expuso en el programa que elevó ante el Consejo General del Poder Judicia (CGPJ)l cuando optó a la plaza, aludió en varias ocasiones a la necesaria modernidad de la Justicia. "No basta la esperada revolución informática ni el deseado expediente digital, ni el portal del ciudadano, sino que la reforma de la Justicia debe ir más allá, tratando de ofrecer soluciones sin perder de vista los cambios sociales, pues vivimos en una sociedad nueva, donde los juzgados responden más a la idea decimonónica de la pequeña ciudad que a la estructura globalizada que hoy nos afecta", afirmó.
No pasó por alto cuestiones de actualidad como la polémica en torno a la supresión de los partidos judiciales para reclamar que deje paso a un debate "más prolongado", y a una reflexión serena sobre el lugar y el sentido que se quiere dar a la Justicia, y consideró indispensable la mediación de conflictos para reducir el número de asuntos que entran en los juzgados así como la externalización de la ejecución de sentencias mediante la creación de agencias específicas como ya existen en los países nórdicos. A su entender, hay que facilitar la ejecución de las sentencias para que no queden en "simple papel mojado".
En este sentido, se comprometió a incorporar a la provincia de Ourense todo aquello "que pueda mejorar la posición del ciudadano en su relación con la administración de justicia", consciente de que la labor es ingente.
