Las pistas de los colegios de Ourense: abiertas y cubiertas

Es una realidad que la oferta de instalaciones deportivas municipales del Concello de Ourense presenta grandes carencias para tratar de dar cobertura a los miles de vecinos, desde los más jóvenes a los mayores, que quieren practicar deporte en la ciudad, tanto de forma colectiva como individual. Aunque si esto es así no es por falta de infraestructuras, sino que responde, más bien, al desaprovechamiento de las existentes. Muchos colegios públicos disponen de pistas deportivas en buenas condiciones que, aunque están pagadas con el dinero de todos los ourensanos, solamente están abiertas en horario lectivo. Por otra parte, hay instalaciones municipales al aire libre que están inutilizadas buena parte del año, ya que, al carecer de una cubierta que las resguarde, hace que la práctica de cualquier actividad deportiva en ellas esté condicionada a la incertidumbre del clima y presentan un estado irregular por el abandono municipal. Obras en las canchas de Os Remedios (Foto: Martiño Pinal) En el caso de los pabellones escolares, en junio de 2021, la Consellería de Educación y la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp) firmaron un convenio en el que se formaliza la apertura de las instalaciones deportivas de los colegios fuera del horario lectivo para que todos los ciudadanos puedan acceder a ellas. Además, al contrario de lo que intenta vender el actual alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que presenta la posible apertura de pistas cerradas como algo novedoso, en la ciudad ya hubo épocas pasadas en las que estas instalaciones estaban disponibles para todos. En materia de infraestructuras públicas, también es una realidad palmaria que muchas de ellas se encuentran completamente abandonadas a su suerte, con carencias básicas en materia de seguridad o iluminación, además de la carencia de un proyecto de ciudad que apueste por la creación y la mejora de unas instalaciones que fomenten la práctica del deporte. La mayoría de las instalaciones deportivas de los barrios presenta un estado de dejadez que las hace inseguras, ya que la superficie se encuentra muy gastada; lo que, sumado a la falta de iluminación, por ejemplo, en la zona del Parque Barbaña, la convierten en insegura. Pabellón del CEIP Amadeo Barroso (Foto: Martiño Pinal) Fegamp y Xunta contemplan la apertura El acuerdo que en junio de 2021 firmaron la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y la Consellería de Educación contempla ya la apertura de instalaciones deportivas de colegios fuera de horario lectivo. El convenio establece una serie de actividades no permitidas en estos espacios, como las “promovidas por partidos políticos, sindicatos, o cualquiera otra asociación de objeto distinto al educativo”, “las propias del comercio que exijan una contraprestación económica” y “las de promoción, ferias y eventos”. Las instalaciones podrán ser usadas por los concellos que lo requieran, que tendrán que solicitarlo previamente al centro titular y acreditar que la actividad a realizar cumple las normas del acuerdo. Las corporaciones que las usen deberán contribuir a cubrir parte de los gastos de mantenimiento. El convenio está pensado para actividades puntuales, que no se prolonguen en el tiempo. Los vecinos solicitan una mejora en las instalaciones Instalaciones deportivas del Parque Barbaña (Foto: Martiño Pinal) La situación de las instalaciones deportivas, y su ausencia en muchos casos, no pasa desapercibida para los ourensanos, que reclaman más y mejores infraestructuras para poder practicar, con garantías, sus deportes favoritos en las mejores condiciones, y contribuir de paso a descongestionar la exagerada demanda que viven algunas pistas. Jorge González manifiesta su descontento por el estado que presentan las pistas de la ciudad, de las que es asiduo: “Levo anos xogando nas canchas que están pegadas ao pavillón dos Remedios”. Lo que lamenta es no poder practicar deporte en invierno “porque, é obvio, non vas estar xogando ao baloncesto, ao aire libre, mentres caen chuzos de punta”. Cree que una cubierta ayudaría a que más gente se animase a bajar a la calle a practicar deporte porque “o frío pásase correndo, pero mollarse non lle gusta a ninguén”. Diego Fernández lamenta tener que coger el coche para hacer deporte. “Vivo al lado de un colegio que tiene una pista que se podría usar perfectamente”, además de tener que pagar para alquilar una pista privada si quieren jugar en invierno. “Creo que el Concello debería ofrecer a sus ciudadanos instalaciones que se puedan utilizar todo el año”, argumenta. Además, compara esta situación con la termal, en la que los visitantes han tenido que recurrir a instalaciones privadas ante la falta de oferta pública: “Si las termas públicas están cerradas durante tanto tiempo y son un atractivo turístico, imagina unas canchas que usan unos pocos y solo en verano”. Además, concluye con que “con todo lo que les cae en el invierno y el poco caso que les hacen, es normal que estén hechas un desastre”.