El docente universitario y director del Observatorio Económico del Deporte impartirá una conferencia titulada 'Observando la economía desde el deporte'.
El docente universitario y director del Observatorio Económico del Deporte impartirá hoy una conferencia titulada 'Observando la economía desde el deporte'.
¿Sobre qué versará su ponencia?
Se centrará en la economía en el deporte en general, cuyo origen está contextualizado en 1956, cuando se publica un artículo sobre los jugadores de béisbol profesional de Estados Unidos. A partir de ahí, analizaré el comportamiento de los agentes económicos, que en el caso del deporte profesional serían los clubs, por un lado, y las ligas, por otro, además de los casos de los deportistas individuales.
¿Actúa un club como una empresa?
La función-objetivo de los clubs, no es la masificación del beneficio económico como las empresas, sino que es alcanzar el éxito deportivo que tengan como meta. Cabe hacer mención al mercado de jugadores, dado que si eres subcontratado por un equipo eres un trabajador por cuenta ajena, mientras que si eres un deportista individual, eres la propia empresa.
¿Cómo puede la economía revitalizar un deporte?
Mediante la teoría del balance competitivo. La mayor parte de los que trabajamos en este ámbito pensamos que este sería la igualdad en la competición, porque así hay incertidumbre en los resultados de partidos y torneos, y la gente muestra más interés y acude más a los estadios o ve los eventos por televisión. Sucedió con el dominio aplastante de Federer en tenis, que cambió el seguimiento con la aparición de rivales como Nadal, Djokovic o Murray.
¿Qué medidas cree que deberían aplicar las competiciones?
Hay distintos modelos que estudian el balance competitivo, cómo mejorarlo y qué modelos podrían implantar las ligas. Por ejemplo, el mercado de jugadores ha estado siempre muy regulado por medidas como los derechos de retención o los topes salariales, que muchos han propuesto para hacer más factible este balance competitivo, pero no lo hacen en realidad. La única medida potente para mejorar la igualdad de la competición son las políticas de reparto de ingresos, como hacen en la Liga de Fútbol Americano (NFL), donde se reparte todo y se vuelve muy competitiva.
