El macroproyecto para instalar una base de aterrizaje de aeronaves no pilotadas en Trasmiras, con una inversión estimada de 1.000 millones de euros, pierde fuelle. El propio alcalde, Emilio Pazos, cree muy difícil la plasmación por la ausencia, en Galicia y en Ourense, de la gran infraestructura de investigación aeuronaútica que requiere el proyecto.
Aunque podamos soñar, hay que ser realistas. Es muy difícil que el proyecto de la base de aeronaves no tripuladas pueda venir a Trasmiras. El propio alcalde, Emilio José Pazos Ojea, resumía con estas palabras sus dudas sobre que A Limia pueda contar finalmente con una infraestructura que supondría una inversión estimada de más de 1.000 millones de euros.
El alcalde, que en primavera estaba esperanzado por esta posibilidad, pendiente entonces de gestiones de la Xunta, razonó ahora que nuestra obligación es apostar por esa posibilidad, aunque creo que será casi imposible. El problema es que un aspecto clave para esa adjudicación es la presencia de infraestructura previa de investigación aeronáutica en el enclave donde se radique la base y las pistas para aviones no tripulados, medios que los promotores del proyecto plantean como principal exigencia. Y ese es nuestro gran hándicap, porque no tenemos esa infraestructura, ni en Ourense ni en Galicia.
Otro de los problemas para plasmar ese proyecto en tierras limianas, según el regidor, sería la gran cantidad de competidores que hay, ya que los gobiernos de toda Europa también tienen sus alternativas.
Otra de las regiones españolas que aspira a contar con esa macro base de aviones no tripulados, Andalucía, dispone ya en Jaén de una zona en la que se podrán realizar ensayos de verificación de sistemas y de ensayos de campo.
En realidad, explicaba ayer el alcalde de Sarreaus, Gumersindo Lamas, neste concello nunca tivemos información oficial sobre ese proxecto e non sabemos se é un simple globo-sonda que se soltou no seu momento. Evidentemente, no caso de confirmase sería algo moi importante.
Mientras, al gerente de la asociación de áridos de Xinzo, Alberto Nóvoa, le gustaría que se hiciese realidad porque supondría una gran inversión en materiales y en la construcción de infraestructuras, que en A Limia ha caído casi un 50%.
Estudio de viabilidad
Mientras, la Consellería de Industria guarda mutismo sobre ese posible emplazamiento y sólo confirma que existe desde hace tiempo un estudio de viabilidad que indica que Trasmiras es un espacio adecuado para esa infraestructura. Jugaría a favor de Trasmiras la idoneidad y disponibilidad del terreno, la práctica inexistencia de tráfico aéreo en la comarca de A Limia o los buenos accesos (con la autovía a escasos metros) para la hipotética base de aviones no tripulados.
LA INICIATIVA
Una hipotética inversión de mil millones
El consorcio de empresas que promueve esa gran base está formado por grandes empresas privadas del sector aeronáutico como EADS, Northrop o Boeing. Este consorcio aún no definió en qué parte del mundo radicará esa base, pero las preferencias son que se radique en un país europeo. El uso de aviones no tripulados está en auge en los últimos años por la polivalencia de estos aparatos tanto en su uso civil (detección de incendios, vigilancia de vías terrestres o marinas) como militar (misiones vinculadas a la inteligencia militar). La inversión que se barajó en el estudio de viabilidad encargado por el anterior gobierno bipartito de la Xunta alcanzaba los mil millones de euros. Desde que se hizo público, nunca la actual Xunta precisó gestiones al respecto.
El alcalde, que en primavera estaba esperanzado por esta posibilidad, pendiente entonces de gestiones de la Xunta, razonó ahora que nuestra obligación es apostar por esa posibilidad, aunque creo que será casi imposible. El problema es que un aspecto clave para esa adjudicación es la presencia de infraestructura previa de investigación aeronáutica en el enclave donde se radique la base y las pistas para aviones no tripulados, medios que los promotores del proyecto plantean como principal exigencia. Y ese es nuestro gran hándicap, porque no tenemos esa infraestructura, ni en Ourense ni en Galicia.
Otro de los problemas para plasmar ese proyecto en tierras limianas, según el regidor, sería la gran cantidad de competidores que hay, ya que los gobiernos de toda Europa también tienen sus alternativas.
Otra de las regiones españolas que aspira a contar con esa macro base de aviones no tripulados, Andalucía, dispone ya en Jaén de una zona en la que se podrán realizar ensayos de verificación de sistemas y de ensayos de campo.
En realidad, explicaba ayer el alcalde de Sarreaus, Gumersindo Lamas, neste concello nunca tivemos información oficial sobre ese proxecto e non sabemos se é un simple globo-sonda que se soltou no seu momento. Evidentemente, no caso de confirmase sería algo moi importante.
Mientras, al gerente de la asociación de áridos de Xinzo, Alberto Nóvoa, le gustaría que se hiciese realidad porque supondría una gran inversión en materiales y en la construcción de infraestructuras, que en A Limia ha caído casi un 50%.
Estudio de viabilidad
Mientras, la Consellería de Industria guarda mutismo sobre ese posible emplazamiento y sólo confirma que existe desde hace tiempo un estudio de viabilidad que indica que Trasmiras es un espacio adecuado para esa infraestructura. Jugaría a favor de Trasmiras la idoneidad y disponibilidad del terreno, la práctica inexistencia de tráfico aéreo en la comarca de A Limia o los buenos accesos (con la autovía a escasos metros) para la hipotética base de aviones no tripulados.
LA INICIATIVA
Una hipotética inversión de mil millones
El consorcio de empresas que promueve esa gran base está formado por grandes empresas privadas del sector aeronáutico como EADS, Northrop o Boeing. Este consorcio aún no definió en qué parte del mundo radicará esa base, pero las preferencias son que se radique en un país europeo. El uso de aviones no tripulados está en auge en los últimos años por la polivalencia de estos aparatos tanto en su uso civil (detección de incendios, vigilancia de vías terrestres o marinas) como militar (misiones vinculadas a la inteligencia militar). La inversión que se barajó en el estudio de viabilidad encargado por el anterior gobierno bipartito de la Xunta alcanzaba los mil millones de euros. Desde que se hizo público, nunca la actual Xunta precisó gestiones al respecto.
