Su viuda, Olga Cuña, y su hijo Anxo recibieron del alcalde de Taboadela una medalla conmemorativa

La plaza de Pumar, pueblo natal de Recaredo Paz, lleva ya el nombre del fundador de Aixiña

Manuel Gallego, en segundo término, Olga Cuña y Anxo Paz. (Foto: José Paz)
Frente a la casa natal de Recaredo Paz figura desde ayer una placa que da su nombre a la plaza del pueblo de Pumar, en Taboadela. Su viuda, Olga Cuña, y su hijo Anxo agradecieron a los presentes su recuerdo hacia el que fue el fundador de Aixiña.
La Corporación de Taboadela acordó por unanimidad otorgar el nombre de Recaredo Paz a la plaza de Pumar, pueblo natal del fundador de Aixiña, fallecido el 30 de octubre del pasado año. Esta decisión municipal, que partió del propio alcalde, Manuel Gallego, y fue refrendada por todos los concejales, se materializó ayer con el descubrimiento de la placa en memoria de su añorado vecino.

Justo enfrente de la que fue su casa natal y donde todavía viven sus padres, el monolito preside ahora la plaza por donde tantas veces pasó Recaredo Paz, tal y como recordaban ayer sus allegados. ‘Era un hombre con un espíritu tan inquieto y con tanta fuerza que era inolvidable -recordaba la alcaldesa de Cartelle y senadora ‘popular’ Carmen Leyte-, y su obra es tan inmensa que mucha gente todavía no se ha dado cuenta de ello’.

Muy emocionado, el alcalde de Taboadela, Manuel Gallego, recordó precisamente que ‘o seu legado debe ser continuado’, en referencia a la incansa ble labor de Recaredo Paz en favor de los discapacitados. El presidente de la Diputación, José Luis Baltar, pronunció por su parte un emotivo discurso ensalzando a quien ‘debe ser recordado como un exemplo para todos nós, porque puxo en marcha unha obra para que as persoas con discapacidade teñan a onde ir e non vivan condenados ao esquecemento desta sociedade materialista’. Baltar también subrayó que ‘foi un home que dende o principio asumiu a súa discapacidade, pero as súas virtudes humanas nunca mermaron’, y concluyó aseverando que ‘todos os que miremos para o seu legado, Aixiña, seguiremos vendo a Recaredo Paz, xa que a súa figura é inmortal’.

Primer aniversario


Tras los discursos y el descubriento de la placa conmemorativa, la viuda del homenajeado, Olga Cuña, y su hijo Anxo recibieron de manos del alcalde la medalla del Concello de Taboadela. Ambos agradecieron a los presentes su presencia en el acto y su emotivo recuerdo a Recaredo Paz. El acto finalizó con una misa ya que precisamente el viernes se cumplió el primer aniversario de su fallecimiento.

Lágrimas de emoción entre sus amigos


Fueron muchos los miembros de Aixiña que no quisieron perderse el acto en memoria de Recaredo Paz. La solemnidad de los presentes se conjugó con las lágrimas que brotaron de los ojos de sus más allegados, quienes no dejaron de recordar la enorme calidad humana y el inagotable espíritu de superación de quien desde ayer da su nombre a la plaza de su pueblo natal.

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