Poco interés en convertir bajos en viviendas en Ourense por la tardanza de las licencias

El sector inmobiliario no cree que la ciudad aproveche el decreto de la Xunta

Ourense es la ciudad gallega con más bajos comerciales sin ocupar (en torno a 1.500, según la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias), a lo que se suman graves problemas en materia de alquiler (no llegan a 300 en el circuito comercial). Cualquiera que se de un paseo por el casco histórico puede comprobar la gran cantidad de locales sin actividad, y es muy complicado encontrar un piso en alquiler a un precio y condiciones razonables. Con estas condiciones, la ciudad debería ser uno de los municipios que más se beneficiasen de la reforma normativa de la Xunta, que flexibiliza las condiciones para convertir estos bajos comerciales sin actividad en viviendas habituales, pero el interés de los propietarios es escaso.

La conselleira de Vivenda, Ángeles Vázquez, se reunió ayer con diversos agentes del sector para informarlos acerca de esta reforma, que entrará en vigor este lunes. La conselleira afirmó que esta actualización “permitirá aumentar a oferta de vivendas dispoñibles”, lo que “deberá traducirse en alugueiros máis baixos”, así como en evitar la “sensación de abandono” que genera tener bajos sin usos en las ciudades. En esta línea, explicó que los cambios introducidos permitirán que, en zonas delimitadas por los concellos, se flexibilicen los requisitos para permitir ese uso residencial de los bajos comerciales, sin necesidad de modificar los planeamientos urbanísticos. Además, también aseguró que será una ayuda para combatir el feísmo, otra cuestión que afecta en especial a Ourense, que está lleno de pintadas. Así, esta medida ha despertado interés en toda la comunidad, excepto en Ourense. Esto se debe, según fuentes del sector, a la excesiva tardanza en la concesión de licencias de obra -tardan en llegar, de media, 18 meses, y pueden demorarse más de dos años- que “lamina el interés” de los propietarios de estos bajos vacíos. 

Añaden que, de no producirse esta situación, sí serían más los propietarios interesados en reformar sus bajos vacíos para alquilar. Otro factor es la obsolescencia del PXOM de la ciudad, que no contempla estas situaciones al datar del año 1986. Desde el sector apuntan a que ahora “la pelota está en el tejado de los concellos”.

En las villas

Por contra, entienden que en villas de la provincia ourensana como Carballiño, Celanova, Xinzo, Allariz u O Barco la medida sí tendrá un efecto positiva y ayudará a resolver tanto el problema de los bajos vacíos como el de la escasez de vivienda en el mercado de alquiler. 

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