Los alumnos del Portovello cortaron el tráfico del tramo de Curros Enríquez frente a la Subdelegación del Gobierno para protestar por el cierre de las modalidades de ESO y Bachillerato con el fin de convertirlo en un Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP). Acudieron acompañados de profesores y, sobre todo, padres. Por delante, unas pancartas rezaban lo que los jóvenes cantaban por el altavoz: 'Non ó peche do Portovello'.
Es tan solo una de las protestas que todos los miembros de la comunidad educativa han previsto para mostrar su malestar por la decisión que la Consellería de Educación ha adoptado para siete centros gallegos, entre los que se encuentra el Portovello. Estudiantes y progenitores no sitúan el origen del rechazo en el fondo de la cuestión, sino en las formas (aseguran haberse enterado por los medios de comunicación).
Precisamente, un grupo de ocho padres se reunieron ayer con el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, para solicitar, por lo menos, un margen de un curso para asumir los cambios. Según la representante de la AMPA, María del Mar Fernández, su respuesta habría sido que 'no es una decisión asamblearia'.
Además de profesores y alumnos, entre los manifestantes se encontraba también los socialistas, Francisco Magide, el alcalde de Parada do Sil, y la concejala Ana Garrido, quien criticó la actitud de la Xunta. Para ella, la manera de actuar no fue la más adecuada y coincide con el resto de protestantes en que 'este tipo de decisiones no se pueden tomar de un día para otro'.
Precisamente, un grupo de ocho padres se reunieron ayer con el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, para solicitar, por lo menos, un margen de un curso para asumir los cambios. Según la representante de la AMPA, María del Mar Fernández, su respuesta habría sido que 'no es una decisión asamblearia'.
Además de profesores y alumnos, entre los manifestantes se encontraba también los socialistas, Francisco Magide, el alcalde de Parada do Sil, y la concejala Ana Garrido, quien criticó la actitud de la Xunta. Para ella, la manera de actuar no fue la más adecuada y coincide con el resto de protestantes en que 'este tipo de decisiones no se pueden tomar de un día para otro'.
