Portugal compra madera en la provincia para hacer ataúdes

Los madereros portugueses buscan madera en la provincia para hacer frente a la alta demanda de tablas que están registrando para fabricar ataúdes para los fallecidos a causa del coronavirus. Joao Pires regenta desde hace casi medio siglo un aserradero en el distrito de Vila Real y asegura estar desbordado. "Estamos trabajando al límite de nuestra capacidad cuando no disponemos de mucha madera", lamenta. Albino Rodrigues es transportista. El pasado día 28 de abril circulaba con una carga de pinos talados en la comarca ourensana de Carballiño. "Este es el quinto transporte en una semana porque en Portugal no hay talas a causa de los incendios de los últimos dos años. No hay madera. Tengo un compañero y también está acarreando sin descanso", afirma. Las empresas de ataúdes se vieron obligadas a contratar personal y temen que la falta de madera frené su producción El virus está causando muertes en Portugal -1.074 personas habían fallecido a día de ayer-, pero no con la misma virulencia que en otros países europeos, que son los que están demandando ataúdes a las fábricas del país vecino. La firma española Ataúdes Chao tiene un fábrica en Chaves y tuvo que aumentar la plantilla, paso de 21 a 28 trabajadores, para hacer frente a todas las peticiones, en su gran mayoría desde Madrid. La empresa cuadruplicó su producción desde el pasado mes de marzo, pasando a facturar 180 ataúdes diarios, aunque le demandan una media de 300 unidades diarias. Para no defraudar a los clientes, los trabajadores se organizan por turnos y trabajan días festivos. Esta misma situación se repite en el resto de fábricas portuguesas, que también tuvieron que aumentar sus plantillas. La demanda de ataúdes continuaba en los dos últimos días prácticamente al mismo ritmo que en semanas anteriores, cuando el número de contagios y fallecidos no había alcanzado el pico máximo. "Las empresas y funerarias continúan cursando solicitudes para reponer existencias en sus almacenes", aseguraron en la empresa flaviense. El problema continúa siendo la falta de troncos en el país vecino para cortar las tablas, lo que obliga a los titulares de aserraderos a cruzar la Raia para abastecer el mercado. Pero las empresas de madera ourensanas y del resto del territorio gallego tienen "músculo" para cubrir la demanda portuguesa y española. Al menos, así lo asegura el presidente de la Federación de Aserraderos y Rematantes de Galicia (Fearmaga), Elier Ojea. "Hay talleres que no se dedicaban a la exportación y ahora lo están haciendo. No podemos hablar de una gran demanda, pero si detectamos una aumento de las ventas hacia Portugal", aseguró. Pellets y papel La petición de tablas de madera para ataúdes cogió a los aserraderos portugueses cuando estaban en plena campaña de facilitar madera para fabricar pellets. Además, también se le sumaron peticiones de las fábricas de papel. El norte de Portugal, según los datos que maneja Elier Ojea, es uno de los grandes productores de pellets que en una amplia mayoría son distribuidos en España.