El pregonero abre la puerta a la fiesta con el lenguaje del silencio

photo_camera Actuación de The Covers Band. (MARTIÑO PINAL)

Diego Álvarez, miembro de la asociación de sordos de Ourense, ofreció un discurso con mucho sentido del humor. 

El pistoletazo de salida ya está dado. El Entroido ya tiene vía libre para arrasar durante esta semana por todos los rincones de la ciudad. La lujuria, la diversión y la fiesta ocuparán todos los días, mientras que los cuerpos aguanten.

Así que la Praza Maior se llenó de ourensanos ansiosos de escuchar el pregón para no tener excusa para el Entroido, y este año a buen seguro que les sorprendió.

El pregonero fue Diego Alvarez, miembro de la Asociación de Sordos de Ourense. Arropado por una bruja especial y muy educada, una pita muy tradicional, un sheriff de la ciudad muy conocido, Mr. Fernández, y por el intérprete, que en esta ocasión era para las personas no sordas, el protagonista habló a través de la lengua de los signos. Diego Alvarez, encantado de que por fin se reconozca a la comunidad sorda, utilizó en su pregón el sentido del humor para dar a conocer mejor a las personas sordas

Para el pregonero su elección "ha sido un honor, porque nunca había visto en ninguna fiesta importante que una persona sorda fuese elegida para dar el pregón". Diego Alvarez es un ourensano que siempre ha estado muy ligado al carnaval.

Previamente, los ourensanos ya pudieron moverse a buen ritmo en la Praza Maior al ritmo que marcaron los componentes del grupo The Covers Band.

Pero la noche no había hecho más que empezar. Y tras la parada en la Praza Maior, y un momento de avituallamiento, la marcha continuó con animación musical y una sesión de DJ's en la Plaza del Corregidor hasta altas horas de la madrugada. Los ourensanos desfilaron con sus coloridos disfraces por las distintas calles haciendo de la noche un espacio mágico, donde todo es posible. Para hoy, las charangas ya preparan su repertorio musical para animar todos los rincones de la ciudad e invitar a participar de manera viva en el Entroido. 

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