El Concello prevé adquirir al menos cuatro coches para patrullar
La flota del parque móvil del la Policía Local de Ourense sigue una tendencia decadente. La vieja reclamación de los agentes del cuerpo es cada vez más acentuada. "Cada vez va a menos, lo que dificulta la realización de nuestro trabajo", critican desde el sindicato mayoritario SPPME. Pero de esto es consciente la edil de Tráfico, Flora Moure, quien reconoció que "está anticuado y que hay averías constantes".
Según informó la titular, "estamos trabajando en un expediente de contratación" para la adquisición de tres vehículos por sistema de arrendamiento, aunque, apuntó, "los presupuestos son muy limitados", por lo que la incorporación de estos coches todavía no tiene fecha definida. Respecto a esta iniciativa, el SPPME criticó la "falta de intención" del Concello.
Aseguraron que el trámite está paralizado desde noviembre. Está también prevista la habilitación de una partida presupuestaria que permita la adquisición "de, por lo menos, otro vehículo para dar un respiro a la flota actual", apuntó Moure. Además, el Concello contempla la recuperación de tres coches abandonados en el depósito municipal de vehículos. De hecho, informó la edil de que el expediente de contratación está ya sobre la mesa. Con esta hoja de ruta, el gobierno municipal pretende renovar la flota y atender así sus necesidades. De hecho, la salida al entramado urbano del multamóvil está solo pendiente de la puesta a punto del software -sistema de captación de imágenes y volcado al sistema-. Pero junto al multamóvil, en los garajes de la Policía , hay más vehículos inutilizados.
Especialmente, 13 motocicletas. El taller está también saturado. "Son coches muy antiguos y con muchos kilómetros que, a la mínima, se averían", explicaron desde el sindicato mayoritario. De hecho, están pendientes de ser dados de baja dos Land Rover, tres Chrysler Neon, otros tres Seat Altea y un Opel Corsa.
La flota disponible para patrullar queda conformada por ocho vehículos de más de 200.000 kilómetros cada uno, de los que agentes del cuerpo criticaron que "meten gases al interior, algunos no tienen calefacción y los furgones de atestados tienen carencias".
