El verano se presenta movido e inquieto. Más desplazamientos, en comparación con los dos años precedentes, y, por tanto, un potencial riesgo de que aumente la siniestralidad viaria. Hasta el momento, los datos son buenos pero las autoridades con competencias en Tráfico son cautas. Las vacaciones estivales suele ser el peor momento del año para las víctimas. “Este verano se retoman las fiestas y romerías con total intensidad y esta euforia post pandemia, al volante, tiene sus riesgos”, asegura el jefe provincial de Tráfico, David Llorente.
Han subido las velocidades de circulación con respecto a 2019, y, según añade, “tememos que los consumos al volante subirán también con respecto a 2019”. La Guardia Civil también constató, en los controles, que “hay más personas que se ponen al volante bajo la influencia del alcohol, drogas y ansiolíticos”. Un cóctel poco recomendable a la hora de conducir.
El exceso de velocidad es la infracción con más sancionados en Ourense. En el primer trimestre, se pusieron 647 multas, que, traducidas a puntos, supusieron 1.498 menos. Por excesos de alcohol, fueron 228 sanciones (las no delictivas por tasas excesivas) y por drogas, 179. Detrajeron 1.066 y 1.074 puntos, respectivamente.
La provincia cerró este primer semestre del año con datos mejores que otros años. Hubo cuatro víctimas mortales en las carreteras, la cifra más baja del periodo 2019-2022. Curiosamente, el peor semestre fue el de 2020, con nueve fallecidos. Entre enero y junio de este año, solo en dos meses (marzo y junio) hubo víctimas mortales. Tres de ellas en marzo y un cabo del Ejército de 42 años que pereció el 22 de junio cuando regresaba a su casa de O Fonsillón (Barbadás) tras recoger el coche que acababa de comprar en Celanova. Por ahora, se desconocen las causas, pendientes de los resultados definitivos de la autopsia. El siniestro tuvo lugar en la OU-540, en Parderrubias (A Merca). La víctima mortal, que estaba jubilada por cuestiones médicas, invadió el carril contrario en plena recta, por donde circulaba el todoterreno de Medio Ambiente con el que impactó, sin huellas de frenada.
El resto de accidentes mortales, según fuentes consultadas por este diario, se debieron a distracciones al volante: un camión despeñado en Vilariño de Conso, un motorista en A Manchica y una joven en la N-525 a su paso por Ourense cuando regresaba de una fiesta. La joven de 23 años se agachó a coger el móvil se desabrochó el cinturón, según determinaron fuentes policiales.
En este semestre, además, hubo 28 lesionados de gravedad y 383 heridos leves.
