El proyecto de la estación de alta velocidad en Ourense está paralizado también desde diciembre de 2011, cuando el Ministerio de Fomento había adjudicado el proyecto constructivo de la nueva terminal al equipo de arquitectos encabezado por Norman Foster.
Desde entonces, no se registraron nuevos avances al respecto, si bien la propia ministra señaló el pasado verano -durante una visita a Baños de Molgas- que los técnicos del ministerio y de Adif se habían reunido con el equipo de Foster para revisar el proyecto, aunque no desveló qué cambios se iban a realizar, sin más referencia a la necesidad de 'austeridad' en el actual contexto económico. Posteriormente, Fomento anunció que estaba acometiendo un plan de racionalización de todas las estaciones de alta velocidad en España que todavía estaban en proyecto.
El coste económico de la nueva terminal constituye el principal motivo por el que se cuestiona este proyecto. El contrato de licitación establecía que la inversión máxima se limitaría a 67 millones de euros (aunque la ministra indicó en una comparecencia parlamentaria que se acercaba a 90 millones).
En todo caso, el coste previsto en Ourense está en la media de las intervenciones en otras urbes. Por ejemplo, las actuaciones previstas en Vigo y en A Coruña ascenderán a 116 y 106 millones de euros respectivamente (en ambos casos incluyendo un centro comercial Vialia). La de Santiago, mientras, se limita a 25 millones de euros. En el resto de España, el coste de los proyectos oscila igual que en Galicia.
El coste económico de la nueva terminal constituye el principal motivo por el que se cuestiona este proyecto. El contrato de licitación establecía que la inversión máxima se limitaría a 67 millones de euros (aunque la ministra indicó en una comparecencia parlamentaria que se acercaba a 90 millones).
En todo caso, el coste previsto en Ourense está en la media de las intervenciones en otras urbes. Por ejemplo, las actuaciones previstas en Vigo y en A Coruña ascenderán a 116 y 106 millones de euros respectivamente (en ambos casos incluyendo un centro comercial Vialia). La de Santiago, mientras, se limita a 25 millones de euros. En el resto de España, el coste de los proyectos oscila igual que en Galicia.
