La compra de la píldora poscoital, conocida como la del día después, en las farmacias sin necesidad de receta médica no aumentó las ventas en las oficinas de Ourense. Ayer, incluso siendo el primer día que se podría comprar sin necesidad de acudir a una consulta médica, buena parte de las farmacias de la provincia no disponían aún de ella debido a los cambios que tiene que incluir el laboratorio que la fabrica en los prospectos. El presidente de los farmacéuticos recuerda que hay centros que la regalan.
Las farmacias de la provincia no detectaron ayer un aumento en la venta de la píldora poscoital, conocida como la del día después. Fue el primer día que se podía comprar sin necesidad de receta médica, pero los farmacéuticos no tuvieron demasiada demanda. Es más, algunos de los negocios ourensanos ni la tenían en sus estanterías debido al cambio que debe realizar el laboratorio en el prospecto; cambiar la frase con receta médica por la de sin receta médica. Este cambio provoca que muchas farmacias no dispongan en este momento del medicamento, afirma el presidente del Colegio de Farmacéuticos, José Antonio Bouzo Villar.
Una caja de píldoras poscoitales cuesta alrededor de 20 euros. Los farmacéuticos, según su presidente, no esperan que la compra del producto sin receta médica vaya aumentar sus ventas, porque hay centros, como son los de planificación familiar e incluso servicios de urgencias que las están dando gratis. No va tener mucha incidencia porque si la tengo gratis en un sitio no tengo que gastar 20 euros en una farmacia, apuntó Bouzo Villar.
El medicamento debe ser administrado en un período máximo de 72 horas después del acto sexual para evitar el embarazo, dado que inhibe la ovulación e impide la implantación del óvulo fecundado.
La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, aseguró ayer que se mantiene el programa de prescripción y dispensación bajo control médico de la píldora del día después en todos los centros del departamento autonómico, y muy en especial en lo que respecta a las menores de edad. Farjas afirmó que, tras la iniciativa unilateral del Ministerio de Sanidad de permitir que el citado fármaco pueda ser adquirido sin receta médica, la consellería mantiene su compromiso con la protección de la salud de las mujeres.
Al respecto del uso de la píldora del día después por parte de menores de 18 años, aseguró que los colegios profesionales de farmacéuticos le han trasladado su inquietud acerca de la necesidad de tener la garantía de prescripción y dispensación por parte de un médico.
La secretaria xeral de Igualdade, Marta González, mostró también su preocupación por la venta del medicamento sin contar con el asesoramiento de carácter médico, dijo.
Una caja de píldoras poscoitales cuesta alrededor de 20 euros. Los farmacéuticos, según su presidente, no esperan que la compra del producto sin receta médica vaya aumentar sus ventas, porque hay centros, como son los de planificación familiar e incluso servicios de urgencias que las están dando gratis. No va tener mucha incidencia porque si la tengo gratis en un sitio no tengo que gastar 20 euros en una farmacia, apuntó Bouzo Villar.
El medicamento debe ser administrado en un período máximo de 72 horas después del acto sexual para evitar el embarazo, dado que inhibe la ovulación e impide la implantación del óvulo fecundado.
La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, aseguró ayer que se mantiene el programa de prescripción y dispensación bajo control médico de la píldora del día después en todos los centros del departamento autonómico, y muy en especial en lo que respecta a las menores de edad. Farjas afirmó que, tras la iniciativa unilateral del Ministerio de Sanidad de permitir que el citado fármaco pueda ser adquirido sin receta médica, la consellería mantiene su compromiso con la protección de la salud de las mujeres.
Al respecto del uso de la píldora del día después por parte de menores de 18 años, aseguró que los colegios profesionales de farmacéuticos le han trasladado su inquietud acerca de la necesidad de tener la garantía de prescripción y dispensación por parte de un médico.
La secretaria xeral de Igualdade, Marta González, mostró también su preocupación por la venta del medicamento sin contar con el asesoramiento de carácter médico, dijo.
