Los ourensanos, exentos de pagar, fueron los más sorprendidos por la novedad
Sin documentación, tan sólo con observar las caras de sorpresa de unos frente a las de normalidad de otros al enfrentarse ayer a un recién instalado mostrador en la entrada de la puerta Sur de la Catedral, ya era prácticamente suficiente para distinguir a los ourensanos de los turistas.
El cobro de una tarifa general de cinco euros a los visitantes por entrar al monumento, y de la cual están exentos los ourensanos que siguen podiendo acceder al recinto de manera gratuita, despertó ayer opiniones encontradas. Para unos, es una buena idea, "siempre y cuando se reinvierta en el mantenimiento y mejora de la Catedral",mientras que otros aplican aquel "con la iglesia hemos dado, Sancho", del Quijote, considerando que "entrar a una iglesia debe ser siempre gratis, porque ya cobran de nuestros impuestos".
En cambio, los turistas que ayer por la mañana se acercaron hasta la Catedral procedentes de Corea, Taiwán, Alemania e Inglaterra no mostraron ninguna sorpresa por tener que pagar una entrada y al salir, expresaron su admiración por el monumento, aunque fue una jornada tranquila, cuya recaudación no superó los cien euros, según las primeras estimaciones de los responsables de la empresa Arti Splendore.
La audioguía, disponible en cinco idiomas, descifra al visitante datos, detalles, historia e incluso leyendas que encierra la Catedral. Desde la entrada sur (la única que estará abierta cuando no haya ningún culto religioso), la visita parte hacia la izquierda y va recorriendo toda la nave, con un total de 13 paradas, la última en la capilla de la Asunción, donde explica las peculiaridades del Cristo de los Desamparados, y finaliza con una alusión a San Antonio de Padua, ubicado en el exterior y con firma de Parada Justel. El pórtico del Paraíso, la capilla del Santo Cristo (donde no falta una alusión a la leyenda del crecimiento del cabello), la recién restaurada capilla de San Juan o el sepulcro gótico de la Infanta son algunas de las joyas detalladas en la audioguía. Lo que de momento permanecerá cerrado es el Museo Catedralicio. El gran valor de algunas de las piezas allí expuestas obliga a tener una persona de manera permanente para vigilar el lugar, algo que no está contemplado todavía, por ahora, se está llevando a cabo un proceso de selección para contratar a una persona que atienda a los visitantes. Aunque todo es susceptible de sufrir algún cambio en las próximas semanas, según se vean las necesidades.
